Las intensas lluvias en el sudeste de Brasil dejaron este lunes un saldo de 13 muertos en el estado de Río de Janeiro (este), según lo comunicado por las autoridades de ese país.
Los principales afectados están en la ciudad de Petrópolis. “Hay cerca de cinco mil familias cuyas casas están en peligro de derrumbe o de ser sepultadas por los deslizamientos de tierra”, remarcó el prefecto de la localidad, Rubens Bomtempo, quien afectó que esto se ve agravado porque muchas personas se resisten a abandonar sus viviendas.
Las lluvias generaron deslaves de lodo y tierra en 21 lugares, y el desborde de los ríos Quitandinha y Piabanha, que atraviesan la ciudad cercana a la capital del estado. Las autoridades estimaron que en Petrópolis cayeron 300 milímetros de agua en solo 24 horas, y que las zonas más afectadas fueron los barrios de Quitandinha, Doutor Thouzet, Alagoas, Lagoinha, Bingen e Independencia.
El gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, comunicó que al menos 140 familias fueron trasladas a albergues seguros, que están fuera de las zonas de riesgo, mientras que la alcaldía de Petrópolis declaró el estado de emergencia, suspendió las clases en las escuelas y pidió que los ciudadanos estén atentos a la información que de Defensa Civil.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ofreció el apoyo del cuerpo de la Defensa Civil deferal y pidió que se adopten medidas más drásticas para sacar a las personas de las casas en peligro de derrumbe.
Otra de las ciudades afectadas, por otro lado, fueron Xerém, Duque de Caxias y en Angra dos Reis, donde también se registraron inundaciones, derrumbes parciales y deslizamientos de tierra.