Los científicos advierten que el aumento de las nubes azules detectadas por la nave espacial de la NASA AIM que se extienden sobre la Antártida son una señal alarmante del cambio climático.
Nubes de color azul eléctrico aparecen sobre el continente helado cada año a finales de la primavera austral y alcanzan su mayor intensidad durante un periodo de entre 5 a 10 días, explican los astrónomos de la NASA.
Según los científicos, son las nubes más altas de la Tierra, que se forman al borde del espacio, 83 kilómetros por encima de la superficie de nuestro planeta, sembradas de meteroides desintegrados.
El portal Red Orbit informa que, de acuerdo con los datos de AIM, este año el fenómeno comenzó el 20 de noviembre, mucho más temprano de lo habitual, con una pequeña nube noctilucente que rápidamente se expandió por todo el polo sur. La nave espacial sigue monitoreando las nubes que siguen transformándose y arremolinándose alrededor del continente.
Los científicos señalan que en los últimos años el fenómeno se ha intensificado significativamente. Así en el siglo XIX, cuando fue observado por primera vez, hacía falta viajar hasta las zonas polares para poder verlo. Sin embargo hoy puede ser observado desde los estados de EE.UU. de Colorado y Utah, que están ubicados mucho más cerca de la línea ecuatorial.
Algunos investigadores alertan que este cambio podría ser una señal del cambio climático, una de cuyas casusas, que además es la que provoca el efecto invernadero, es el exceso del gas metano en la atmósfera.
Según explica el profesor de la Universidad de Hampton James Russell, investigador principal del proyecto de la AIM, "el metano se abre paso en la atmósfera superior" y entonces se "oxida por una compleja serie de reacciones para formar vapor de agua", que, por su parte, hace crecer los cristales de hielo, que forman las nubes.
Si la hipótesis de Russell es correcta las nubes azules podrían servir de advertencia sobre el calentamiento global para los científicos, además de suponer una razón más para estudiarlo.