El meteorito de 15 metros que ayer dejó más de 1.100 de heridos en la provincia rusa de Cheliabinsk, en los Urales, liberó una energía de 500 kilotones, unas veimte veces superior a la bomba atómica de Hiroshima, según informó la agencia espacial de Estados Unidos (NASA).
"Un evento de esta magnitud ocurre una vez en 100 años como promedio", señaló Paul Chodas, colaborador del programa de objetos cercanos a la Tierra en el laboratorio de propulsión a chorro de la NASA.
"Cuando una bola de fuego es de ese tamaño, numerosos meteoritos pueden alcanzar la superficie y es probable que en este caso lo hayan hecho varios de gran tamaño", dijo. Los datos infrasónicos recogidos indican que la caída del bólido, desde su entrada en la atmósfera hasta la desintegración, duró 32,5 segundos, y su señal fue recogida por once de las 45 estaciones de seguimiento situadas en 35 países.
Expertos del Ministerio ruso de Emergencias siguen buscando un fragmento del bólido que pudo haber caído en el lago Chebarkul, cerca de Cheliábinsk. Un grupo de buzos se encarga de comprobar esta versión en las próximas horas, comunicó la portavoz de Emergencias, Irina Rossius, a la agencia oficial de noticias rusa, RIA Novosti.
Los expertos están explorando todas las áreas posibles de la caída del meteorito , dijo el Ministro ruso de Emergencias, Serguéi Puchkov, según el cual los fragmentos podrían haber caído en otros tres lugares, además de en el lago Chebarkul, razón por la que se están verificando todos los datos sobre su posible ubicación.
El Ministerio del Interior menciona la cifra de 1.200 heridos. Según los datos de última hora, el bólido reventó ventanas y causó otros daños en más de 3.700 edificios residenciales y más de 700 instalaciones públicas. La superficie total de cristales rotos alcanza 200.000 metros cuadrados.
Bill Cooke, jefe del Departamento de Medio Ambiente Astronómico de la NASA cree que el meteorito tenía un diámetro de unos 15 metros, que pesaba 7 toneladas y que se desintegró a unos 25 kilómetros sobre el nivel del mar liberando unos 300 kilotones de energía, lo que equivale a 20 bombas atómicas.