El volcán Turrialba hizo, a la 1:18 a. m. de este jueves, una súbita erupción de ceniza que el viento arrastró por más de 50 kilómetros, de manera que esta alcanzó a unos 11 cantones en el Valle Central.
La emanación, que llegó a una altura de tres kilómetros y duró ocho minutos, sorprendió a los vulcanólogos debido a que antes del evento no se registró actividad sísmica dentro del coloso, como sí sucedió con otras erupciones este mes.
El volcán, que alcanza los 3.340 m de altura, se encontraba en una relativa calma, pues desde el domingo 8 de mayo no lanzaba ceniza. Se había limitado a emanar vapor de agua y gas.
Incluso, esa situación había motivado este miércoles a que la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) redujera la restricción de ingreso, de un radio de cinco a dos kilómetros.
En la erupción de este jueves también salieron piedras, con un diámetro de más de un metro, las cuales llegaron a 400 metros de distancia. Este material se acumuló en el cráter central, informaron la Red Sismológica Nacional (RSN) y el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori)