El noreste de Estados Unidos vuelve lentamente a la actividad, tras el paso de la super tormenta "Nemo", con fuertes nevadas e intensos vientos que provocó la muerte de al menos Diez personas, la paralización del transporte y cortes de energía en más de 650.000 hogares.
Los aeropuertos neoyorquinos de La Guardia, John F. Kennedy y Newark, que habían suspendido todos sus vuelos en el pico de la tormenta el viernes, reanudaron los servicios, aunque con demoras.
La ventisca en el Logan Airport de Boston fue tan fuerte que las operaciones para despejar las pistas se detuvieron por varias horas durante la noche, y las autoridades del transporte dijeron que comenzarían los arribos de aeronaves, mientras que las partidas se reanudarían el domingo.
La compañía de trenes Amtrak indicó por su parte que las vías que unen Nueva York y Boston permanecerían cerradas, pero que los trenes estaban retomando sus horarios habituales para los viajes hacia Washington.
“Tenemos un montón de nieve de la que deshacernos y remover, y llevará un tiempo hacerlo. Ese es un requisito previo necesario para acceder a las líneas de electricidad y restaurar las conexiones”, dijo el gobernador de Massachusetts, Deval Patrick.
El gobernador de Connecticut, Dan Malloy, también ordenó este sábado el cierre de todas las rutas “hasta nueva orden” para permitir remover la nieve de los caminos.
“Es una tormenta récord. Llevará tiempo quitar toda esta nieve”, señaló Malloy en un comunicado.
En Nueva York “se pudo evitar lo peor”, dijo el alcalde Michael Bloomberg. “Hemos tenido suerte”, declaró el sábado de mañana en una breve conferencia de prensa, en la que precisó que todas las rutas principales estaban despejadas, gracias a brigadas que trabajaron toda la noche. En Central Park habían caído 20,5 cm de nieve y 21,3 cm en el aeropuerto de La Guardia.
Debido al impacto del viento y las grandes cantides de nieve, más de medio millón de clientes quedaron sin electricidad en la región, incluidos 400.000 en Massachusetts, 187.000 en Rhode Island, y 34.000 en Connecticut.
La caída de nieve comenzó el viernes de tarde y concluiría este sábado en esa región de Estados Unidos, donde viven alrededor de 40 millones de personas.
La tormenta invernal "Nemo" ya causó la muerte de al menos Diez personas.
Cinco estados declararon el estado de emergencia, que permite una mayor flexibilidad en la movilización de recursos locales: Massachusetts, Rhode Island, Connecticut, Nueva York y Maine.
Desde Nueva Jersey hasta Maine, en la frontera con Canadá, las autoridades acopiaron toneladas de sal, organizaron centros de acogida y multiplicaban los llamados a la prudencia.
La tempestad se alejaba lentamente hacia Canadá, al norte. Su encuentro con otra perturbación en ese país provocó violentas nevadas en Nueva Escocia, Nueva Brunswick y en la Isla de Príncipe Eduardo.
En Nueva Escocia, las autoridades advirtieron de la posibilidad de inundaciones sobre la costa atlántica. Alrededor de 5.000 hogares carecían de electricidad. La mayoría de los vuelos que partían de Halifax fueron cancelados.
El Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos dijo que “las condiciones para viajar (el sábado) continuarán siendo extremadamente peligrosas, si no imposibles”.