Un saldo de 170 muertos, 144 heridos y 400 desaparecidos en Corea del Norte han dejado las fuertes lluvias e inundaciones que azotaron en las últimas semanas julio pasado, según cifras difundidas ayer por la agencia estatal de noticias KCNA.
Según los reportes del gobierno, las lluvias torrenciales dejaron también a 212 mil personas sin hogar al destruir total o parcialmente unas 8 mil 600 casas y anegar a más de 43 mil 700 viviendas en las provincias de Phyongan del Norte y del Sur, Hamgyong y Jagang. Las inundaciones, agravadas por los tifones de verano, arrasaron además unas 56 mil 200 hectáreas de cultivos y afectaron a más de mil 400 centros educativos o sanitarios y fabricas del país comunista.
Las últimas cifras oficiales sobre el desastre se conocieron poco después de que el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), informara del envío de ayuda alimentaria a las zonas afectadas. El PMA prevé mandar 336 toneladas de alimentos para permitir la distribución de una ración diaria de 400 gramos de maíz durante dos semanas a las víctimas del desastre.
AYUDA. Una misión de la ONU que viajó esta semana a las zonas afectadas comprobó que las inundaciones produjeron daños “considerables” en los cultivos de maíz, soja y arroz y advirtió de la necesidad “inmediata” de asistencia.
El PMA indicó que la asistencia de alimentos inicial a las víctimas de las inundaciones consiste en 400 gramos de maíz por día durante dos semanas, aunque no precisó cuándo llegarían los alimentos.
La organización no precisó cuándo llegará la remesa a Corea del Norte, cuyas autoridades no obstante han facilitado la llegada de ayuda internacional en las últimas semanas, según la ONU.