QUE OCULTA LA CUEVA DE LOS TAYOS QUE NEIL ARMSTRONG COMPARÓ CON SU DESCENSO A LA LUNA?

En septiembre de 2021 se estrenó un documental que muestra datos nuevos e interesantes de la cueva de los Tayos, lugar que visitó Neil Armstrong y cuya experiencia comparó con su descenso a la Luna. 

El audiovisual recoge los testimonios de las personas que participaron en el descubrimiento de la misteriosa cueva y en las expediciones realizadas en los años 60, 70 y 80.

Este lugar se encuentra en Ecuador, en medio de la selva tropical de la provincia de Morona Santiago a 460 kilómetros de Quito por carretera y luego de un extenso recorrido adicional a pie por la selva virgen en la zona montañosa irregular llamada Cordillera del Cóndor. El viaje a la cueva toma tres días.

La entrada consiste en un descenso de 63 metros de profundidad y 2 metros de ancho. Dentro de la cavidad se presenta un espacio de 7.8 metros de ancho, de 15 a 35 metros de altura y 68 metros de largo. Dentro de la bóveda existen diversos túneles que podrían medir un total de 17.9 kilómetros, según un estudio de la Sección Nacional del Ecuador del Instituto Panamericano de Geografía e Historia de 2017.

La Cueva de los Tayos ha sido la cuna de varias teorías de conspiración que aseguran que en ese lugar habitaron seres de otros mundos.

La sima recibe su nombre de los tayos, una enigmática ave nocturna de color café y apariencia aceitosa, que vive en cavernas profundas de lugares selváticos y tropicales de Ecuador, Colombia, Venezuela, Perú y Bolivia. En otros países se llaman guácharos y son considerados como los heraldos de seres ultraterrenos. Su chillido es característico y los indígenas shuaras lo asocian los alaridos de alerta por la presencia de visitantes. Incluso en otros países se llaman así porque en la expansión del imperio indígena precolombino la adopción del quechua impuso también el prefijo “huach”, que se refiere a la acción de gritar

Entre las piezas encontradas se encuentran planchas metálicas con grabados que recuerdan a la mitología sumeria extendida en Asia Occidental 2.900 años antes de Cristo y que relatan la historia de la humanidad y su relación con seres venidos del cielo, habitantes de la tierra del océano o del inframundo. Estas placas fueron consideradas como una biblioteca metálica encontrada en las cuevas por el arqueólogo Juan Moricz a mediados de los 1960. Una investigación realizada por el padre Pedro Porras en 1978 define que la cueva fue habitada por primera vez alrededor del 1.000 a. C.

El ingeniero escocés Stan Hall organizó en 1976 una expedición a la Cueva de los Tayos, con la participación de una docena de instituciones, elementos de las Fuerzas Armadas ecuatorianas que asistieron para dar seguridad a los investigadores, y Neil Armstrong, astronauta estadounidense y el primer ser humano en pisar la Luna. El objetivo de la expedición era contrastar las hipótesis de Erich von Däniken, autor del libro Oro de los Dioses, donde se documenta sobre una supuesta civilización subterránea. El libro se inspira en los hallazgos de Moricz. De acuerdo a una nota publicada en El País de España, Armstrong habría dicho: “He sido el primero en estar allá arriba... y quería ser el primero en estar aquí abajo”. Además se habría llevado objetos de la cueva.

Para la producción del documental se realizó un trabajo previo de investigación que empezó recolectando todo lo que se había escrito sobre la cueva. Luego recogieron los testimonios de los participantes de las expediciones para ir reconstruyendo todo lo que pasó hace más de 50 años. Esto duró cerca de doce meses y se recolectaron más de cien horas de material audiovisual.

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