Una tormenta invernal se apodera de entidades centrales de Estados Unidos.
La alerta es para Colorado, Wyoming, Dakota del Sur, Nebraska, Kansas, Oklahoma y Texas.
Más de 30 millones de personas están bajo alerta meteorológica y ese no es el único problema; también hay cortes carreteros y más de dos mil vuelos cancelados.
La furia de la naturaleza ha dejado apagones, avalanchas, tormentas eléctricas, granizadas y tornados.
La tormenta, que viaja acompañada de ventarrones de hasta 105 kilómetros por hora, también sería responsable de inundaciones.
La nieve acumulada supera el metro de altura, por ello, autoridades y residentes trabajan a marchas forzadas, cavan para despejar calles y caminos. Mientras tanto la Guardía Nacional está lista para responder a cualquier incidente.
Autoridades califican a este fenómeno como una de las tormentas de nieve de finales de invierno más poderosas en dos décadas.
El caos suma automovilistas varados y árboles derribados.
El personal del aeropuerto de Denver repartió cobijas y agua a los aproximadamente 500 pasajeros que quedaron varados en sus instalaciones. En una terminal, los empleados de un restaurante de comida rápida repartieron alimentos gratis.
Las oficinas del gobierno estatal en Denver y los condados suburbanos circundantes permanecieron cerrados este lunes.
Dos de las principales arterias de Colorado en todo el estado cerraron desde domingo por la tarde y se recomendó a los automovilistas que se mantuvieran fuera de las calles.
Se espera más nieve hasta el martes, aunque los meteorólogos del Servicio Meteorológico Nacional esperaban que fuera considerablemente más ligera y causara menos estragos.
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