Un hombre hongkonés de 33 años se convirtió en el primer paciente con COVID-19 en el mundo en ser reinfectado con una cepa mutada del virus SARS-CoV-2 .
El paciente, un profesional de IT sin condiciones de salud subyacentes, dio positivo por segunda vez al virus el 15 de agosto durante un examen de ingreso en el aeropuerto de Hong Kong, luego de viajar a España y al Reino Unido.
Cuando se enfermó por primera vez hace unos cuatro meses y medio, el hombre tenía tos, dolor de garganta, fiebre y dolor de cabeza, y fue hospitalizado el 26 de marzo, de acuerdo a un informe de investigadores de la Universidad de Hong Kong.
Finalmente se recuperó el 14 de abril. No está claro cuándo o cómo se reinfectó, pero permaneció asintomático durante la segunda infección.
Luego del análisis genético, los investigadores descubrieron al menos 24 diferencias entre los genomas de dos cepas del virus SARS-CoV-2, lo cual sugiere que los pacientes que se recuperan del COVID-19 siguen siendo vulnerables.
Si bien anteriormente se han citado casos de pacientes que recayeron en China y otros países, el caso de Hong Kong es la primera reinfección probada con secuenciación genética. Los hallazgos sirven como recordatorio de que la inmunidad, luego de la recuperación y la vacunación contra el virus, no pueden proteger permanentemente a una persona del daño del virus, según los investigadores. Asimismo, señalaron que es probable que el virus permanezca, algo similar al resfriado común, y que los pacientes recuperados deban seguir cumpliendo las pautas de salud, como usar mascarilla, seguir las reglas de distanciamiento social, y considerar las opciones de vacunación.
El individuo fue dado de alta de un hospital de Hong Kong el 21 de agosto, según informes de los medios locales.
David Strain, catedrático clínico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter del Reino Unido, dijo que el caso de Hong Kong era un “hallazgo preocupante”.
“Las vacunas funcionan simulando una infección en el cuerpo, lo cual permite que el cuerpo desarrolle anticuerpos. Si los anticuerpos no brindan una protección duradera, tendremos que regresar a una estrategia de reducción drástica viral para volver a una vida más normal”, dijo.