El proyecto de vacuna contra el coronavirus desarrollado por la Universidad de Oxford se encuentra actualmente en la tercera y última fase de los ensayos clínicos. Al parecer, “podría proporcionar una doble protección" contra el SARS-CoV-2, según las conclusiones del estudio.
Las muestras de sangre analizadas de los voluntarios indican que la respuesta inmune contra el virus no solo llegaría a través de los anticuerpos, sino también de linfocitos T o "células asesinas" que actúan contra la infección.
Sin embargo, todavía queda camino por recorrer hasta poder afirmar que la fórmula es la correcta para proteger del patógeno que ya ha infectado a más de 14 millones de personas y causado más de 587.000 fallecimientos en todo el mundo. Hasta septiembre, como mínimo, no se tendrán conclusiones contrastadas y tampoco se conoce todavía cuál sería la duración de la supuesta protección.
"Las cosas podrían salir mal, pero la realidad es que al trabajar con una gran compañía farmacéutica como es AstraZeneca, esta vacuna podría estar disponible en septiembre", según David Carpenter, presidente del comité de Ética de Investigación de Berkshire, del grupo de científicos de Oxford. Este proyecto, de entre los 140 que existen en el mundo con la misma finalidad, cuenta también con financiación del gobierno de Reino Unido.
El objetivo para esta vacuna es que esté disponible lo antes posible masivamente, suministrando alrededor de dos mil millones de dosis en todo el mundo. La fase tres del ensayo en la que se encuentra está dirigida a 14.000 voluntarios en el Reino Unido y a 5.000 más en Brasil.
Fuerte respuesta inmunitaria con una sola dosis
Según los científicos y después de los análisis a los voluntarios, "se genera una respuesta inmunitaria fuerte con una sola dosis y no es un virus que se replica", por lo que "no puede causar una infección continua en el individuo vacunado". En caso de que la vacuna demuestre eficacia "se administrará a los más vulnerables, como los ancianos y los trabajadores de la salud", según los autores del proyecto.
El ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, ha indicado que los investigadores trabajan para lograr el "mejor escenario" que posibilite poner en circulación una vacuna a lo largo de este año. Aunque se admite que lo más probable es que suceda en 2021.
"Todos estamos trabajando para lograr el mejor de los escenarios, todos estamos dando a AstraZeneca y al equipo de Oxford y del Imperial College London todo el apoyo posible. También estamos trabajando en otras vacunas potenciales en todo el mundo, incluida América, Alemania y los Países Bajos", añade.