Un gigantesco iceberg de una superficie de unos 500 kilómetros cuadrados, lo que sería aproximadamente el tamaño de la ciudad estadounidense de Chicago, está a punto de separarse de la plataforma de hielo antártica, informa Newsweek.
Adrian Luckman, glaciólogo de la Universidad de Swansea (Reino Unido), informó que la separación del nuevo iceberg, esta vez desde Larsen D es "inminente", y que "probablemente se llevará consigo una superficie mucho mayor de hielo muy antiguo".
La plataforma de hielo Larsen D, que se extiende a lo largo de la costa este de la península Antártica en el mar de Weddell, se encuentra al sur de la plataforma Larsen C, donde en 2017 se desprendió un iceberg de un tamaño dos veces mayor a Luxemburgo y de un billón de toneladas.
Las imágenes publicadas por el científico fueron obtenidas por los satélites Sentinel-1 del Programa Copérnico de la Agencia Espacial Europea.
Mediante microondas generan imágenes que permiten a los investigadores encontrar grietas en el hielo de hasta 9 metros de ancho. También les permiten monitorear las velocidades de la superficie para identificar posibles desprendimientos de icebergs.
Luckman sostiene que este último evento es pequeño y de origen natural, por lo que considera poco probable que genere cambios significativos en el ecosistema.
Se calcula que el iceberg probablemente se separará dentro de un mes. "Solo vi la grieta hace un par de semanas cuando recién se había iniciado, y ya ha recorrido casi toda la distancia hasta su ruptura", señaló.
La plataforma de hielo Larsen se compone de varias secciones. En 1995 se desintegró Larsen A y en 2002 lo hizo Larsen B. Los científicos advierten con esta prueba irrefutable sobre la gravedad y consecuencias que el calentamiento global está produciendo en el planeta.
El circulo polar Artico registra una temperatura record de 38 grados
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) informó esta semana de que está investigando los máximos históricos registrados en la localidad ártica rusa de Verjoyansk, habitualmente uno de los lugares más fríos del mundo pero que el pasado 20 de junio registró una temperatura de 38 grados centígrados.
La OMM está en contacto con las autoridades rusas para verificar este récord e incluirlo en sus archivos, explicó en rueda de prensa la portavoz de la organización Clare Nullis, quien subrayó que este máximo estaría relacionado con la actual ola de calor que sufre Siberia, con un aumento de los incendios forestales en la zona.
La región de Siberia Oriental suele tener temperaturas extremas en invierno y en verano, por lo que temperaturas superiores a los 30 grados no son infrecuentes en julio”, añadió la fuente oficial, citando datos del centro de investigaciones árticas y antárticas de Rusia, Roshydromet.
De acuerdo con el relator especial de la OMM para clima y extremos climáticos, Randall Cerveny, el récord de temperatura registrado en Verjoyansk se produce tras “una primavera inusualmente cálida en Siberia, que coincide con la falta de nieve en la región y un incremento de las temperaturas globales”.
La organización con sede en Ginebra destaca que el Ártico es una de las regiones donde el calentamiento global está siendo más pronunciado, con incrementos de temperaturas que duplican la media mundial, una reducción del 50 % en su volumen del hielo marino y temperaturas récord de su atmósfera en los pasados cuatro años.
La OMM también recuerda que el pasado 6 de febrero la base argentina Esperanza también registró una temperatura récord de 18,4 grados en el extremo norte de la península Antártica, la zona más alejada del Polo Sur en ese continente.
Verjoyansk, junto con Oymyakon, son conocidos como los dos lugares más fríos del planeta, donde las temperaturas pueden bajar a más de 67 grados bajo cero, especialmente en invierno.