En seis de los países más vulnerables de la región más de 20 millones de personas experimentan una "grave inseguridad alimentaria", una cifra que el paso devastador de las langostas puede aumentar.
La migración de esos insectos, que fue calificada por un obispo keniano como una "plaga bíblica" por haber abandonado a Dios— empezó en enero y, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (ONUAA), dejó sin medios de existencia a cerca de un millón de habitantes de Kenia.
Kenia no es el único país amenazado por las langostas, que también han hecho estragos en Etiopía, Somalia, Sudán del Sur, Uganda y Tanzania. En total, en estas naciones hay 20,2 millones de personas que se enfrentan a una "grave inseguridad alimentaria", y la cifra podría aumentar tras el devastador paso de estos insectos, afirma la ONUAA.
La proliferación de las langostas se ve favorecida por una temporada de lluvias extremadamente húmeda, y la organización pronostica que podría ir a más.
"La langosta del desierto se considera la plaga migratoria más destructiva del mundo. [...] La FAO estima que el número de langostas podría multiplicarse por 20 durante la próxima temporada de lluvias a menos que se intensifiquen las actividades de control", advierte ONUAA.