Las primeras cifras oficiales de víctimas hablan de 420 muertos, 540 heridos y 29 desaparecidos, pero el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, asumió de inmediato que esos guarismos están destinados a aumentar de forma significativa, ya que Jakarta no tiene contacto con numerosas partes de esa región, ya que la sacudida provocó un colapso de la electricidad, las comunicaciones y las conexiones telefónicas.
"Hay muchos muertos, pero no sabemos exactamente cuántos", aseguró Muhammad Syaugi, un miembro de los equipos de rescate a la agencia Afp.
"Pensamos que hay decenas o cientos (de víctimas) que no han sido sacados de los escombros. El principal centro comercial de Palu se ha hundido y el hotel Rua Rua se ha derrumbado. Tenía 80 habitaciones y 76 estaban ocupadas", indicó Sutopo.
"Hay muchos muertos, pero no sabemos exactamente cuántos", aseguró Muhammad Syaugi, un miembro de los equipos de rescate a la agencia Afp.
"Pensamos que hay decenas o cientos (de víctimas) que no han sido sacados de los escombros. El principal centro comercial de Palu se ha hundido y el hotel Rua Rua se ha derrumbado. Tenía 80 habitaciones y 76 estaban ocupadas", indicó Sutopo.
"Hay treinta cadáveres en el hospital. Tenemos casos que necesitan ser operados y requerimos especialistas para tratar a 12 personas y 9 que sufren traumatismo craneal", refirió Komang Adi Sujendra a la cadena Metro TV.
Un vídeo casero dejó ver como la ola del tsunami se abatía sobre una costa que ya estaba medio anegada, arrasando casas y vehículos, y generando el terror entre los residentes que veían acercarse la pared de agua desde un aparcamiento elevado. Posteriormente, la grabación mostraba el enorme caudal marino adentrándose por las calles de la ciudad medio inundada.
Según un testigo citado por Kompas, entre las personas cuyo destino se desconoce figura parte del amplio contingente de casi 250 oficiales de las fuerzas de seguridad que se habían desplazado hasta esa localidad para controlar un festival que se celebraba en una playa cercana.
"De repente se produjo el primer terremoto, seguido del pánico. Algunas personas huyeron de la playa. Después de eso vimos que el agua se abalanzaba (sobre la costa) de forma repentina y se acrecentó el pánico. Después hubo un terremoto más grande y el nivel del mar siguió aumentado", declaró un superviviente, que sólo fue identificado con el nombre de Adrián.