Las autoridades griegas elevaron este domingo a 91 la cifra de muertos por un incendio forestal en una zona costera al este de Atenas y señalaron que 25 personas continuaban desaparecidas, seis días después del incendio más letal en Europa en más de un siglo.
Antes de que el servicio nacional antiincendios actualizara la cifra oficial de muertos, cuando estaba en 86, centenares de personas asistieron el domingo a una ceremonia religiosa matutina por las víctimas en la aldea costera más castigada por el fuego.
La portavoz del Servicio Helénico de Bomberos, Stavroula Malliri, dio a conocer un desglose que mostraba por qué la cifra de muertos continuaba aumentando y por qué era tan difícil de precisar la lista de personas que se cree que están desaparecidas.
Malliri dijo que hasta el domingo en la noche se habían identificado los cadáveres o restos de 59 víctimas, y que cuatro heridos por el incendio fallecieron en hospitales de la zona. Sin embargo, aún no se identifican otros 28 conjuntos de restos, agregó.
Un funcionario de bomberos dijo que algunas o todas las 25 personas desaparecidas podrían estar entre los restos de víctimas fallecidas no identificadas. El funcionario solicitó el anonimato porque el incendio continúa bajo investigación.
Durante la ceremonia religiosa en Mati, el representante de más alto rango de la Iglesia ortodoxa griega, el obispo Kyrillos, dijo que la comunidad está de luto por la pérdida de familiares, vecinos y amigos.
"Hay menos de nosotros que de costumbre", dijo el obispo. "Son las víctimas desaparecidas del reciente incendio: amigos, parientes y conocidos, vecinos que veíamos a diario en la ciudad y la playa".
Decenas de buzos voluntarios, algunos de ellos ex elementos Seal de la Armada de Estados Unidos, ingresaron de nuevo en el mar en busca de cadáveres de posibles víctimas. La búsqueda fue abandonada sin resultados debido a una súbita tormenta.
Las autoridades griegas dijeron creer que el incendio fue intencional y se volvió mortífero debido a los vientos de 100 kmp (62 mph) que azotaron la zona de bosques de pino en los que se ubicaban lugares turísticos costeros.