El tifón Koppu seguía este lunes vertiendo torrentes de agua en el norte del archipiélago de Filipinas, donde 16 personas murieron y aldeas y campos de arroz quedaron inundados.El tifón, que tocó tierra el domingo en la costa oriental de Luzon, la principal isla de las Filipinas, obligó a más de 60.000 personas a abandonar sus viviendas, según las autoridades.
Se trata del segundo tifón más potente en golpear este año el archipiélago, y se desplaza muy lentamente hacia el norte. A pesar de haberse debilitado, Koppu descargó lluvias torrenciales en tres cadenas montañosas, y arrasó amplias zonas de arrozales al norte de Manila.
"Nunca había visto nada así. Son las peores inundaciones de mi vida", contó a la AFP Reynaldo Ramos, un agricultor de 68 años con las piernas cubiertas por 50 centímetros de agua en Santa Rosa, una localidad situada a dos horas de carretera al norte de Manila.
Unidades de rescate del ejército, del gobierno y de voluntarios intentaban ayudar, con barcas neumáticas, a los residentes que se encontraban en las decenas de localidades inundadas, explicó Nigel Lontoc, director adjunto de seguridad civil de la región.
Unidades de rescate del ejército, del gobierno y de voluntarios intentaban ayudar, con barcas neumáticas, a los residentes que se encontraban en las decenas de localidades inundadas, explicó Nigel Lontoc, director adjunto de seguridad civil de la región.
"El nivel del agua está aumentando deprisa y hay gente sobre los tejados", explicó Lontoc a la AFP, e indicó que no había suficientes efectivos de rescate y que no sabía a cuántas personas se habría podido salvar.
Según Lontoc, varios miles de personas pueden estar atrapadas en esas localidades, aunque es pronto para determinar un número exacto