La tormenta tropical Boris se degradó hoy a depresión tras impactar en el sureste de México, donde comienza a dispersarse, si bien las autoridades mantienen en alerta roja a los estados de Chiapas y Oaxaca por lluvias extraordinarias.
El Sistema Meteorológico Nacional (SMN) indicó en un comunicado que el sistema se desplaza sobre el suroriental estado de Chiapas a 4 kilómetros por hora con dirección norte.
El sistema se ubica al noroeste de la localidad chiapaneca de Arriaga y 200 kilómetros al sureste de Coatzacoalcos, en Veracruz, y registra vientos sostenidos de por 45 kilómetros hora y rachas de hasta 65.
El organismo destacó que sigue la alerta por precipitaciones extraordinarias acompañadas de actividad eléctrica en Chiapas y Oaxaca, así como vientos fuertes y oleaje elevado en las costas.
Los expertos también esperan lluvias torrenciales en Tabasco y Campeche, intensas en Veracruz, muy fuertes en Yucatán y Quintana Roo, y fuertes en Jalisco, Michoacán, Colima, Guerrero, Morelos, San Luis Potosí, Puebla y el Distrito Federal.
El Sistema Nacional de Protección Civil mantiene en alerta roja (peligro máximo) el suroeste de Chiapas y el sureste de Oaxaca, y en naranja (peligro alto) y amarilla (moderado) el resto del territorio de ambos estados.
Tabasco también está en alerta amarilla, mientras que en niveles menores fueron colocados los estados de Guerrero, Puebla, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tlaxcala, Hidalgo y Veracruz.
Boris interactúa con una baja presión que se encuentra en el sur del Golfo de México, 110 kilómetros al noroeste de Coatzacoalcos, y que, según los meteorólogos, podría moverse hacia el norte.
Por ello, las autoridades pidieron a la población y a la navegación marítima estar alertas por el riesgo de deslizamientos de tierra, desbordamientos de ríos y arroyos, daños en carreteras e inundaciones en zonas bajas.
De acuerdo con los meteorólogos, en la temporada de este año se formarán 23 ciclones tropicales, 14 en el Océano Atlántico y 9 en el Pacífico.
En 2013, México fue golpeado por ocho ciclones tropicales, tres en la cuenca del Atlántico y cinco en la del Pacífico. Dos de ellos, Íngrid y Manuel, impactaron de manera simultánea el país a mediados de septiembre pasado y causaron 157 muertes.