90 personas murieron en Rusia como consecuencia de la ola de frío que azota el este de Europa, mientras que en el suroeste de Gran Bretaña y Escocia se registraron violentas inundaciones que causaron evacuaciones y problemas a quienes parten de vacaciones por la Navidad.
En Moscú, tras los fallecimientos, se preparaban para afrontar temperaturas de 30 grados centígrados bajo cero. El alcalde de la capital rusa autorizó a los escolares a quedarse en sus casas.
En las últimas 24 horas, el frío mató a siete personas, entre ellas un niño, mientras que 538 fueron internadas en los hospitales.
Las previsiones meteorológicas esperaban temperaturas por debajo de los 30 grados centígrados. Se trata de temperaturas muy por debajo de la media estacional.
En algunas regiones de Siberia oriental, en estos días los termómetros alcanzaron los 50 grados bajo cero y sólo desde mediados de diciembre la helada causó al menos 56 muertes y cerca de 400 internaciones de personas con síntomas de hipotermia.
Aún es más pesado el balance de Ucrania, donde las muertes por congelamiento alcanzaron a 85 personas.
En los Balcanes se registraron decenas de víctimas mortales como consecuencia del frío y por las abundantes nevadas de los días pasados.
Mientras Europa del este debe afrontar las heladas, en Gran Bretaña son las inundaciones las que causan los mayores problemas. En el suroeste del país, decenas de personas debieron abandonar hoy sus obligaciones por las violentas inundaciones que afectan Gales y Escocia.
En Devon del norte una mujer fue rescatada por un helicóptero cuando su vehículo se encontraba bajo el agua. Se evacuaron decenas de casas y centenares de terrenos fueron dañados, las lluvias dieron tregua hoy pero las autoridades locales quedaron en alerta en vista de nuevas precipitaciones.
Además, por segundo día consecutivo, varios viajantes, en movimiento por las vacaciones navideñas, sufrieron algunos problemas a causa de la interrupción de numerosas conexiones ferroviarias en todo el país.