A un día del terremoto de 7.5 grados ocurrido en el noroeste de Guatemala, los rescatistas continúan buscando sobrevivientes entre los escombros. El total de muertos hasta el momento ronda los 50 y se registran cientos de heridos y desaparecidos.
El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, viajó a las zonas más afectadas para evaluar los daños.
La Cruz Roja ya ha comenzado a enviar ayuda humanitaria a la región, desde la capital del país, pero es posible que los esfuerzos se vean demorados por los deslaves en las carreteras provocados por el terremoto.
Aunque la zona más afectada es el departamento de San Marcos, en el noroeste del país, se mantiene el estado de alerta por posibles réplicas en Quetzaltenango, Retalhuleu, Sololó, Quiché, Huehuetenango y Totonicapa.
El sismo también afectó a El Salvador y México, llegándose a sentir en el Distrito Federal, aunque sin provocar daños.
Según Pérez Molina le dijo a la prensa, se trata del peor movimiento telúrico desde que el país fuera escenario de un sismo en 1976 que dejó más de 20.000 muertos.
Aunque la zona más afectada es San Marcos, se mantiene el estado de alerta por posibles fuertes réplicas en Quetzaltenango, Retalhuleu, Sololó, Quiché, Huehuetenango y Totonicapa.
Conred recomienda a la población evitar las zonas de riesgo y permanecer en sitios seguros. Equipos de Respuesta Inmediata realizaron vuelos en poblaciones de San Marcos para verificar los daños.
Unas 60 réplicas de magnitudes de entre 3,5 y 4,9 en la escala de Richter ya se han registrado.
El instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología precisó que se prevé que "durante los próximos días y semanas" se mantenga una actividad sísmica moderada.
También indicó que las réplicas "son positivas" para el proceso de "liberación de energía de las fallas sísmicas” que provocó el terremoto.