Candidato al Nobel de las Ciencias Geográficas, el académico Nikolai Zhavrin predice que el derretimiento de los glaciares moverá las placas litosféricas, que se encuentran bajo el peso del hielo. Si el hielo se derrite, la corteza terrestre bajo el glaciar de Groenlandia se elevará en alrededor de 1 km de altura.
Entre América del Norte y Eurasia las placas dejarán de tener un ajuste perfecto y romperán su forma. No habrá que apresurarse para ver que una enorme masa de agua va a alcanzar la parte superior del manto.
Habrá una explosión casi espacial, energía ciclópea como un chorro gigante de la placa al rojo vivo. Una gran explosión que podría llegar a 20 km en la estratósfera del planeta para crear a un montón de cenizas volcánicas, y derrames de vapores de agua.
Pero eso no es todo si no el principio de todos los males que acontecen a la Tierra de forma instantánea. Un Tsunami gigante lavaría miles de kilómetros de tierras habitadas del planeta y podría infligir un golpe mortal. Sólo en Rusia se pueden morir hasta 100 millones de personas, a lo cual sumarle el Reino Unido, parte de América del Norte y gran parte de Europa occidental, todo será destruido.
El Académico Zhavrin confía en que éste desarrollo es casi inevitable. Sin embargo el momento en que ésto suceda es desconocido, puede ser después de 2 años o 40, es imposible de calcular. El tiempo que queda hasta esa hora *X* debe ser utilizado para salvar vidas.
Debido a la actual situación de emergencia en Groenlandia el científico llega a la alarma para llamar la atención de la opinión pública, científicos y autoridades, sobre la necesidad de comenzar a tomar medidas para evacuar a las personas de la región en conflicto.
Datos proporcionados por la Agencia espacial estadounidense revelan que entre el 8 y el 12 de julio el área descongelada pasó del 40% al 97% del territorio de Greonlandia.