La ciudad de Ushuaia atraviesa una de las peores emergencias climáticas de los últimos años. Sepultados en nieve, los habitantes no pueden salir de sus casas y la capital de Tierra del Fuego está paralizada.
La situación es tan delicada que el gobierno local dictó asueto para los empleados públicos y las empresas privadas decidieron darle el día libre a sus trabajadores.
Bajo un manto blanco, Ushuaia trata de hacer frente a las consecuencias del segundo temporal de nieve en menos de una semana, con precipitaciones que comenzaron el sábado. Las máquinas y camiones no dan abasto para limpiar los caminos y el pronóstico meteorológico no es para nada alentador.
Las malas condiciones se extenderán al menos hasta el miércoles y mañana habría otro fuerte temporal.
A raíz de la tormenta de nieve, suspendieron las clases y la actividad administrativa provincial. La intendencia reclamó hoy al Gobierno nacional asistencia urgente para esta emergencia.
La nieve acumulada ya supera los 70 centímetros en la ciudad (30 fueron registrados en las últimas 36 horas, y los otros 40 cayeron entre el lunes 4 y el jueves 7). La zona más vulnerable es sobre la montaña, donde la cantidad ya alcanza el metro de altura. Los pobladores rurales tuvieron que ser evacuados en helicópteros.
La combinación de frío extremo, nevadas y vientos agravó el problema.
Las autoridades recomendaron a la población circular sólo en caso de necesidad y pidieron a los conductores de vehículos pequeños y medianos utilizar neumáticos con clavos o siliconados y a los transportistas de cargas, cadenas.
El pronóstico meteorológico no es nada alentador y el mayor temor de las autoridades es que la zona quede inaccesible para la evacuación de las personas, por lo que se están tomando medidas de prevención urgentes.