A las 14.46 hora local (05.46 GMT), la misma en la que el terremoto hizo temblar el país, millones de personas guardan un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de la tragedia, la peor vivida por Japón tras la II Guerra Mundial.
En Tokio tendrá lugar una gran ceremonia en la que participarán, entre otros, el primer ministro, Yoshihiko Noda, y el emperador, Akihito, de 78 años, pese a que todavía se encuentra en proceso de rehabilitación tras una reciente operación de 'bypass' coronario.
El emperador, que desde hace semanas había mostrado su voluntad de acudir al acto por el aniversario pese a su delicada salud, hizo tras la catástrofe de marzo un histórico discurso televisado para instar a los ciudadanos a no perder la esperanza, y después viajó en varias ocasiones a las zonas arrasadas.
Aún quedan por recoger 25 millones de toneladas de escombros que dejó la gran masa de agua que golpeó cientos de kilómetros de costa.
Un año después, 334.000 personas se encuentran aún en viviendas temporales, unas 80.000 de ellas provenientes de la zona de exclusión decretada en un radio de 20 kilómetros torno a la maltrecha central de Fukushima Daiichi a causa de la elevada radiactividad.
El Gobierno japonés confirmó el pasado diciembre que los reactores dañados por el tsunami se encuentran en estado de 'parada fría', aunque todavía se trabaja para contener las filtraciones y, a largo plazo, retirar el combustible nuclear. Se calcula que las labores para desmantelar los reactores pueden llevar hasta 40 años.
Imágenes imborrables, que quedarán por siempre en nuestras mentes, que marcaron nuestras vidas, que cambiaron el mundo...