El Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, con la ayuda de las compañías Boeing e Iridium Communications Inc., ha implementado con éxito un nuevo sistema para monitorear el ambiente espacial de la Tierra.
Conocido como el Experimento de Respuesta Electrodinámica Planetaria y Magnetosférica Activa o AMPERE, por sus siglas en inglés, el sistema proporciona mediciones en tiempo real del campo magnético mediante satélites comerciales, como parte de una nueva red de observación para pronosticar el clima en el espacio. Éste es el primer paso en el desarrollo de un sistema que permite el seguimiento durante 24 horas de la respuesta de la Tierra a la tormenta solar supersónica eyectada por el Sol, a velocidades de recolección lo suficientemente rápidas como para permitir a los pronosticadores predecir, en un día, los efectos del clima espacial.
"Esto nos lleva un paso más cerca a las predicciones precisas del clima espacial alrededor de la Tierra”, dijo el Dr. Brian J. Anderson, investigador principal del APL, el científico que encabeza el programa.
“Una tormenta solar puede interrumpir el servicio de los satélites y dañar las redes de telecomunicaciones, causando apagones e incluso poniendo en peligro aviones a gran altura. La próxima ola de tormentas solares se producirá en el año 2012, y la reciente actividad solar es sólo el comienzo de una larga temporada de clima espacial tormentoso”.
El calendario de AMPERE viene justo porque necesitamos este sistema para ayudarnos a entender cómo las tormentas solares perturban el ambiente espacial y desarrollar una vigilancia fiable y pronosticar las principales tormentas espaciales”.
El equipo de ingeniería de Boeing y científicos del APL han demostrado que el programa produce mediciones continuas y en tiempo real del campo magnético alrededor de toda la Tierra simultáneamente con hasta 100 veces mayor densidad de muestreo que lo que antes era posible.
“Las corrientes eléctricas que vinculan la atmósfera superior de la Tierra con el espacio – esas mismas corrientes que generan las auroras boreales – también producen marcas magnéticas que sólo pueden ser percibidas desde el espacio”, dice el Dr. Anderson. “Este logro del equipo de AMPERE es un gran avance de la ciencia que permite la primera observación global continua del clima espacial”.
El programa AMPERE es financiado por una donación de 4 millones de dólares de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) para el Laboratorio de Física Aplicada de Johns Hopkins. El laboratorio, trabajando junto a Boeing, se asoció con Iridium para introducir esta nueva capacidad mediante el uso de la constelación de satélites comerciales de Iridium.
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