Un fenómeno como este tendría el mismo efecto que la explosión de 100 bombas de hidrógeno con daños 20 veces mayores que los que dejó el huracán Katrina.
Los expertos, que se reunieron en Washington el pasado junio, ya discutieron cómo proteger la Tierra de las bengalas que lanzará el Sol en el año 2012.
La NASA se mantiene en alerta y dispone de una docena de satélites para estudiar la amenaza y evaluar las consecuencias.
La Tierra quedaría tan vulnerable que podría ser aprovechado por terroristas, un peligro adicional para el que las potencias también se preparan.
El aumento de la actividad solar podría afectar las redes inteligentes de energía, la navegación GPS, el transporte aéreo, los servicios financieros y de comunicaciones de emergencia de radio, aunque los expertos creen que prepararse con antelación ayudaría a minimizar los riesgos.
Como primera medida se desconectarían los transformadores para evitar las sobrecargas eléctricas, ya que podría perderse el sistema eléctrico global; recuperarlo podría llevar de 5 a 10 años.
Los expertos, que se reunieron en Washington el pasado junio, ya discutieron cómo proteger la Tierra de las bengalas que lanzará el Sol en el año 2012.
La NASA se mantiene en alerta y dispone de una docena de satélites para estudiar la amenaza y evaluar las consecuencias.
La Tierra quedaría tan vulnerable que podría ser aprovechado por terroristas, un peligro adicional para el que las potencias también se preparan.
El aumento de la actividad solar podría afectar las redes inteligentes de energía, la navegación GPS, el transporte aéreo, los servicios financieros y de comunicaciones de emergencia de radio, aunque los expertos creen que prepararse con antelación ayudaría a minimizar los riesgos.
Como primera medida se desconectarían los transformadores para evitar las sobrecargas eléctricas, ya que podría perderse el sistema eléctrico global; recuperarlo podría llevar de 5 a 10 años.
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