Los sismos suman más de una decena desde la noche del domingo y hasta la madrugada de hoy y no han ocasionado víctimas ni daños de consideración, pero sí han preocupado a la población.
Según el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), tampoco han reunido las condiciones necesarias para generar tsunamis en las costas de Chile.
La más reciente sacudida ocurrió a las 3.16, con una magnitud de 4,5 grados, y su epicentro se ubicó a 13 kilómetros al noroeste de La Serena, informó el Centro Sismológico Nacional, de la Universidad de Chile.
Antes, a las 20.56 de ayer, ocurrió en la misma área otro temblor, de 3,7 grados de magnitud en la escala de Richter,
Según Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional, la zona "está a la espera" de un sismo de importancia, pues los últimos ocurrieron hace mucho tiempo, uno de 8.5 grados en noviembre de 1922 y otro de 8.2 grados en abril de 1943, con sus epicentros cerca de las localidades de Vallenar o Ovalle.
"Se van a cumplir cien años del terremoto de 1922, entonces es probable que ahora ocurra un terremoto grande", dijo Vallejos a medios locales, según reproduce la agencia EFE.
A juicio del experto, estos lugares son conocidos como "lagunas sísmicas", áreas donde han ocurrido terremotos en el pasado y en los que se acumula energía "que en algún momento se tiene que liberar".
"Historia sísmica existe ahí, así es que debería haber un terremoto, pero es muy difícil anticipar cuándo será. No veo razón para que esa zona no tenga un terremoto grado ocho", precisó Barrientos, para quien el área expuesta abarca la zona costera desde Taltal, a unos mil kilómetros al norte de Santiago, hasta Pichilemu, a unos 160 kilómetros al suroeste de la capital chilena.