Estas Navidades los europeos recibirán un regalo muy especial. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado que las vacunas contra el COVID empezarán a distribuirse a partir del 27 de diciembre.
“Lo importante es que todos los europeos tengan acceso a la vacuna el mismo día. Por eso el procedimiento de autorización está en manos de una agencia reguladora independiente, la Agencia Europea de Medicamentos", ha explicado Margaritis Schinas, vicepresidenta de la Comisión Europea.
Pero nunca llueve a gusto de todos. Mientras algunos temen los efectos secundarios de una vacuna que ha sido desarrollada a gran velocidad, otros creen que el mecanismo de aprobación de la Unión Europea es demasiado lento. Por ejemplo si se compara con países como Reino Unido, Estados Unidos o Canadá que ya han iniciado sus programas de vacunación, dejando atrás a la UE.
Según el Ministro de Sanidad de Alemania, en este caso, la solidaridad importa. "Sin duda, Francia, Alemania y los Países Bajos podrían haber adquirido, promovido y aprobado la vacuna por su cuenta. Pero tomamos la decisión, de manera muy consciente, de avanzar juntos en este camino a nivel europeo, porque juntos somos más fuertes", ha declarado Jens Spahn. "Estamos adquiriendo esta vacuna de manera conjunta para que los 27 la tengan disponible al mismo tiempo. Estamos promoviendo conjuntamente su desarrollo y estamos haciendo también una homologación conjunta con el mejor de los espíritus europeos".
La Agencia Europea de Medicamentos ha adoptado un enfoque cauteloso, tras haber recibido información sobre dos británicos y un estadounidense que sufrieron reacciones alérgicas. La organización también quiere que las empresas compartan toda la información que vayan recibiendo sobre posibles efectos secundarios. Y quiere que lo hagan todos los meses, en lugar de cada seis, como sería lo habitual.
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