Un estudio elaborado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha alertado de que existe un 99,9 por ciento de posibilidades de que se produzca un “gran terremoto“ en Los Ángeles en los próximos tres años.
Este estudio ha utilizado datos de GPS y radar aerotransportado para medir los cambios en la superficie de la corteza terrestre causados por los pequeños temblores que se han producido en los últimos años.
Los resultados del equipo mostraron que incluso los terremotos moderados cerca de Los Ángeles pueden producir deformación del suelo y daños en la red de agua lejos de sus epicentros.
Además, el estudio de USGS advierte de que puede ser la ‘llave’ para un gran terremoto que golpeará California «de manera dramática». Concretamente, estiman que las probabilidades de que California experimente un temblor de una magnitud superior a 6 crecen hasta un porcentaje del 99,9 por ciento, y que éste se producirá en menos de tres años.
«Tenemos la suerte de que la actividad sísmica en California ha sido relativamente baja en las últimas decadas. Pero sabemos que las fuerzas tectónicas se están ajustando continuamente, por lo que grandes terremotos son inevitables»,
El gran terremoto
Los geólogos advierten que también han aumentado las posibilidades de que se produzca un megaterremoto en California de magnitud 8 o más. El conocido como el BIG ONE que se espera que tenga lugar en los próximos 20 años, pero que los datos revelan que puede acontecer en cualquier momento.
Este temblor será consecuencia, según las previsiones, de la falla de San Andrés, también en la costa oeste de Estados Unidos.
En 2015, con el objetivo de preparar un plan de respuesta ante un sismo de dimensiones catastróficas, la OES pidió al Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés) que planteara un escenario en el que un terremoto de 7,8 grados originado en la falla de San Andrés golpeara el sur de California.
"Desastre sin precedentes"
Las conclusiones de los expertos del USGS fueron contundentes. Además de causar miles muertos y heridos, un sismo de estas características afectaría gravemente las principales vías de comunicación de la zona, además de interrumpir el suministro de agua y electricidad.
A ello habría que sumar la destrucción de cientos de miles de edificios, muchos de ellos a causa de los incendios que se originarían por la rotura de las cañerías de gas y la caída de los postes eléctricos.
"Sabemos desde hace tiempo que en California ocurrirá un gran terremoto que tendrá un efecto devastador. Por eso hemos elaborado planes exhaustivos para responder a un evento de esta magnitud", explica Kelly Huston.
Huston cree que lo más importante es que la gente planee qué va a hacer después del terremoto, ya que "va a ser difícil que los servicios de emergencia puedan ayudar a todo el mundo", por lo que "los ciudadanos han de poder valerse por sí mismos durante al menos 72 horas".
"No tendremos ni los recursos ni el personal suficientes, ya que nos enfrentaremos a un desastre como nunca antes visto", señala el experto.
Huston cree que con una mayor inversión se podría planificar mejor la respuesta ante una catástrofe de este tipo, aunque se muestra realista.
El experto insiste en que son los ciudadanos los que deben hacer todo lo posible para estar preparados, adquiriendo equipos de emergencia y suministros de agua y comida, y reforzando las estructuras de sus casas.