Una serie de fuertes terremotos de magnitud 6,7, 5,3, 5,4 y varios más de magnitudes superiores a 4 han sacudido la isla japonesa de Hokkaido la madrugada de este jueves, informa el Servicio Meteorológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés).
Según informa AFP, los temblores se han cobrado la vida de al menos 10 personas y han dejado decenas de desaparecidos. Además, alrededor de 300 personas, según NHK, han resultado heridas.
Funcionarios de la Agencia Meteorológica de Japón señalan que el primer sismo ha alcanzado la máxima magnitud en la escala de 1 a 7 que se aplica para evaluar terremotos en el país. Además, se han registrado docenas de temblores de diferente intensidad tras el primer terremoto, reporta NHK.
Los deslizamientos de tierra resultantes de los movimientos telúricos han provocado una serie de derrumbes masivos de casas en las zonas afectadas.
Todos los desaparecidos son vecinos de la localidad de Atsuma, cerca de la cual se ubicó el epicentro del primer temblor. Allí, los deslizamientos de tierra sepultaron varias viviendas.
En estos momentos se ha lanzado en la zona una operación de rescate con helicópteros. Los especialistas están buscando a los desaparecidos bajo los escombros. Las autoridades están evaluando el nivel de daños que han causado los temblores en distintos tipos de construcciones de la prefectura de Hokkaido.
En la prefectura se observan casas inclinadas y agrietadas, así como socavones y fracturas en las carreteras. En algunas zonas de la prefectura han sido emitidas órdenes de evacuación. El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha afirmado que unos 25.000 integrantes de la Fuerza de la Autodefensa del país participarán en las tareas destinadas a paliar las consecuencias del desastre.
Asimismo, un gran número de viviendas ubicadas al pie de una cadena montañosa quedaron enterradas tras los sismos, mientras cerca de tres millones de hogares se han quedado sin electricidad.
Por el corte de electricidad, los gestores de la central nuclear de Tomari, en la isla de Hokkaido, han tenido que recurrir a la ayuda de seis generadores diésel de emergencia que sirven para enfriar las barras con combustible nuclear. El suministro energético de fuentes externas ya se ha recuperado.