El terremoto de 6,4 grados en la escala de Richter ha causado hasta el momento 11 muertos, 475 heridos distinta gravedad y más de 120 personas permanecen atrapadas entre los escombros de algunos de los edificios que se han derrumbado en Tainan, la ciudad del sur de Taiwán más afectada por el sísmo, según informaciones del Servicio Nacional de Bomberos.
Los bomberos y los servicios de emergencia siguen trabajando contra reloj para intentar rescatar con vida a las decenas de personas que siguen atrapadas en varios de los catorce edificios que se han derrumbado o que han quedado seriamente dañados como consecuencia del sismo.
Los esfuerzos se concentran, especialmente, en el edificio de 17 plantas llamado Weiguan Jinlong que se ha venido abajo y ha atrapado a un número importante de vecinos, dado que el terremoto se ha producido a las 4 de la mañana, hora local. Las autoridades han prometido investigar las causas de su derrumbe, debido a que el edificio terminó de construirse en noviembre de 1994 y debería cumplir todas las normas antisísmicas, lo que debería permitir soportar un terremoto de intensidad 6,4 en la escala Richter.
El sísmo ha causado especial conmoción en Taiwan, que se preparaba para dar la bienvenida al Año Nuevo Lunar, en la noche de mañana domingo. El panorama es desolador, según las imágenes de las cadenas de televisión locales, con edificios derrumbados, otros con plantas colapsadas y algunos inclinados y dañados en sus cimientos, en medio de fugas de gas e interrupción de la electricidad en la zona.
El Ministerio de Defensa de la isla ha movilizado a más 800 militares para las operaciones de rescate y salvamento, mientras que 168.000 hogares vieron interrumpido el suministro de electricidad y 40.000 el de agua en Tainan.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, y el primer ministro, Chang San-cheng, se trasladaron a Tainan para seguir de cerca las operaciones de rescate y salvamento, y mostrar sus condolencias y solidaridad con los damnificados.
Muchos de los residentes en el centro y sur de Taiwán dijeron que los temblores les recordaron el terremoto de 7,3 grados en la escala de Richter que el 21 de septiembre de 1999 causó más de 2.400 muertos en la isla.