Seis personas murieron en el Reino Unido y Holanda y un menor británico está desaparecido a causa de un fuerte y violento temporal que ha provocado la caída de árboles y problemas en el transporte en el norte de Europa, además de dejar miles de hogares sin electricidad.
Cuatro personas fallecieron en distintas zonas del sur de Inglaterra debido a la caída de árboles sobre casas o vehículos, según la policía. Otras dos personas murieron en Amsterdam por esa misma razón, confirmaron los servicios de emergencias holandeses a varios medios.
La tormenta atravesó de madrugada el Reino Unido y el mar del Norte y tocó tierra en zonas del norte de Francia, Bélgica y Holanda. Llegaron a registrarse rachas de viento de hasta 160 kilómetros por hora en zonas del sur de Inglaterra y Gales, si bien la alerta naranja ya ha sido levantada en el Reino Unido, donde la borrasca azotó sobre todo de madrugada. En el noroeste de Francia, donde siete departamentos estuvieron en alerta por el mal tiempo, 75.000 hogares estaban sin suministro eléctrico y las rachas de viento alcanzaron los 139 kilómetros por hora en Finisterre.
La mitad oeste de Holanda está en alerta roja y en la mayor parte de Bélgica se ha decretado la alerta naranja por vientos que pueden alcanzar entre 100 y 120 kilómetros por hora, de acuerdo con las agencias meteorológicas nacionales. En Holanda el viento ha ocasionado alteraciones en el tráfico por tierra, mar y aire, obligando a cancelar o reducir los servicios ferroviarios, así como las salidas de transbordadores hacia las islas Wadden y algunos vuelos, si bien no hay problemas de importancia en los aeropuertos de Schiphol o Rotterdam.
El transporte terrestre, marítimo y aéreo se vio gravemente afectado también en el Reino Unido, con cancelaciones y retrasos en el aeropuerto de Heathrow de Londres, donde la actividad se redujo en un 20 por ciento hasta mediodía local, cuando el servicio comenzó a normalizarse. Además, los servicios de rescate seguían buscando a un menor de 14 años que desapareció en la tarde de ayer en una playa de Newhaven (sureste de Inglaterra) arrastrado por la corriente, confirmó la policía del condado de Sussex.
El primer ministro británico, David Cameron, lamentó los fallecimientos a causa del temporal y dijo que el Gobierno intenta garantizar que "los servicios de emergencia sean capaces de actuar tan rápido como sea posible para ayudar a la gente". Londres, con ocho millones de habitantes, vio alterado el transporte por tren y metro a la hora punta de la mañana, con importantes retrasos y cortes en muchas líneas. Las conexiones por tren entre diferentes puntos del país con Londres fueron suspendidas a primera hora de la mañana, sobre todo en el sur de Inglaterra, debido a la caída de un centenar de árboles en las vías, según la operadora ferroviaria National Rail.
El servicio de tren Eurostar, que conecta Londres con París a través del Canal de la Mancha, recuperó la normalidad poco después de mediodía, tras suspender sus rutas a primera hora de la mañana. También algunos trayectos de transbordadores, como el que cruza el Canal de la Mancha o el que conecta Gran Bretaña con Irlanda, fueron cancelados hasta nuevo aviso. Además, el temporal tuvo consecuencias en el suministro eléctrico y más de 600.000 viviendas en Inglaterra y Gales se quedaron sin servicio.
La central nuclear de Dungeness B en Kent (sureste de Londres) paralizó su actividad automáticamente tras el corte de suministro, informó EDF Energy, propietaria de la planta. La mayor racha de viento se produjo en la isla de Wight (sur de Inglaterra), con 160 kilómetros por hora, si bien los meteorólogos precisaron que lo peor del temporal ya ha pasado y que ahora se traslada hacia el mar del Norte.