Dos llamaradas solares de clase M6.1 y M2.3 se registraron en las últimas 24 horas. El 28 de julio a las 20:44 la primer erupción alcanzó su máximo nivel a las 20:56 para finalizar 5 minutos más tarde, tiempo suficiente para causar bloqueos de radio moderados en la Tierra que significaron interferencias en las comunicaciones, informó el Centro de Previsión Espacial de la Agencia Atmosférica y Oceanográfica de Estados Unidos (NOAA).
El Sol lanzó eyecciones de masa coronal desde su región llamada 1532 que se encuentra activa en su cuadrante del noreste. Estas eyecciones solares impactarán a la Tierra de manera parcial en los próximos días y pueden causar tormentas geomagnéticas.
El mayor efecto de la tormenta actual fue en la zona iluminada por el Sol, más cercana a los polos, donde las ondas de alta frecuencia y las comunicaciones de radio se interrumpieron por decenas de minutos.
La llamarada solar fue acompañada por intensas emisiones de ondas de radio, calificadas por los meteorólogos de nivel IV, que son típicas de las grandes eyecciones de masa coronal del Sol. Estas ondas actúan como breves ráfagas en la Tierra afectando las comunicaciones de GPS y radar, si son de mayor nivel.
Un fenómeno similar sucedió hoy a las 6:23 hora UTC, cuando se registró una nueva ráfaga de ondas de radio en dirección a la Tierra.
Una tormenta geomagnética solar menor está afectando desde la tarde de ayer con auroras boreales visibles, en Canadá y Alaska, informa NOAA.
Está actuando principalmente en altas latitudes y podrá causar fluctuaciones eléctricas hasta medio día de hoy.
Los meteorólogos de la NOAA estiman una probabilidad del 45% de las tormentas geomagnéticas polares de 29 a 30 julio en respuesta a una corriente de viento solar de alta velocidad de golpeteo de campo magnético de la Tierra. Incluso un impacto más fuerte podría ocurrir el 31 de julio, cuando la CME asociada a la llamarada clase M6.1 de ayer llegue a nuestro planeta.
Las tormentas solares producen eyecciones de masa coronal, compuestas por partículas magnéticas que, impulsadas por los vientos solares, viajan por el firmamento. Las partículas tardan en llegar un par de días a la Tierra, donde se encuentran con el escudo magnético terrestre. Las partículas que cruzan la barrera cambian de polaridad que se observa con luces de colores, llamadas auroras. Dependiendo de la magnitud, sus efectos son potencialmente dañinos a nivel energético.
A nivel menor son solo disturbios y a nivel mayor puede colapsar las redes eléctricas. La tormenta geomagnética de hoy corresponde a remanente de masas coronales transportadas hasta la Tierra por los vientos solares.
Los meteorólogos espaciales anuncian una moderada actividad solar para los próximos días.