Terremoto de 5,8 grados que sacudió nuevamente el norte de Italia.
Agencias italianas de noticias informaron de que se habían producido ocho muertos y numerosos heridos.
"La situación es muy grave, algunas personas quedaron atrapadas bajo los escombros", dijo Alberto Silvestri, alcalde de San Felice sul Panaro, a la cadena de televisión SkyTG24.
El terremoto, de magnitud 5,8, tuvo lugar hacia las 7 de la mañana cerca de la ciudad de Módena, aunque se sintió en gran parte del norte y centro del país.
El primer ministro, Mario Monti, afirmó que el Estado hará todo lo que pueda para ayudar a los afectados.
El 20 de mayo, un terremoto de magnitud 6 mató a siete personas y destruyó cientos de edificios, entre ellos iglesias y castillos históricos, forzando a miles de personas a abandonar sus casas y dormir en tiendas.
Según medios italianos, el último temblor causó nuevos derrumbamientos. El Servicio Geológico estadounidense dijo que su epicentro se situó a menos de 30 kilómetros de la ciudad de Módena, no muy lejos de donde tuvo lugar el anterior, y con una profundidad de 9,6 kilómetros.