El Colegio de Ingenieros Civiles del Estado de Guerrero informó que está latente el riesgo de que se registre un terremotot mayor a los 8.2 grados Richter en esta entidad, por lo cual es necesario que tanto el gobierno como la sociedad tomen precauciones para que un fenómeno de esa magnitud no los tome desprevenidos.
Joel Rosas Castillo, ex presidente de ese organismo colegiado, manifestó que la seguidilla de sismos que se presentó a raíz del fuerte terremoto de 7.6 Richter el 20 de marzo pasado, ha evidenciado la lenta respuesta de las autoridades ante fenómenos de este tipo.Consideró que el Fondo Nacional para Desastres (Fonden) no liberó rápidamente recursos para atender a los damnificados y a la fecha, quienes perdieron sus viviendas por causa del fuerte sismo, siguen esperando que se concrete la ayuda oficial.
El exdirigente del Colegio de Ingenieros Civiles, dijo que por encontrarse localizada en esta región la llamada Brecha Guerrero, desde hace tiempo se prevé que se presente un sismo de 8.2 grados Richter, lo que de hacerse realidad, ocasionaría para la población una gran emergencia.
La peor tragedia podría ocasionarla un sismo que se genere en el lecho marino, porque podría desatar un tsunami, y ni el gobierno ni la ciudadanía se están preparando para esta posibilidad, lamentó el especialista.
Joel Rosas Castillo dijo que no se están tomando medidas preventivas para alertar a la población sobre la posible presencia de un maremoto o tsunami en las costas guerrerenses, a pesar de que sí existe el peligro de que este fenómeno se registre.
“No se está atendiendo este riesgo, no hay alertas ni señalética en las costas, para que la gente pueda prepararse y seguir las recomendaciones, cuando en realidad tenemos que saber cómo actuar ante una emergencia de este tipo”, indicó.
Dijo que primero los sismos y ahora la contingencia provocada por la posible erupción del volcán Popocatépetl debe ser una llamada de atención para que la ciudadanía empiece a capacitarse sobre cómo debe reaccionar en este tipo de fenómenos naturales.
“El gobierno y nosotros como sociedad tendríamos que revisar los sistemas de emergencia y la capacidad que tenemos para reaccionar ante los desastres, porque estamos en una zona altamente sísmica, con posibilidad de que se presenten fuertes movimientos telúricos y tsunamis”, concluyó. (www.agenciaperiodistica.com.mx)