Artículo de CNN Español :
Antes que nada debemos definir lo que es un desastre. Un desastre es
un evento en el que la sociedad, o parte de ella, sufre un daño severo
debido a eventos o fenómenos naturales, incurriendo en pérdidas para sus
miembros y afectando el funcionamiento vital de la misma.
Psicológicamente, son crisis inesperadas, ya que rompen abruptamente la
cotidianeidad de personas, instituciones y comunidades.
Sabemos que los niños son sensibles, y es nuestra responsabilidad
como padres enseñarles y ayudarles a enfrentar de una manera óptima los
efectos de un desastre, en este caso un terremoto como el ocurrido el martes en el centro y sur de México.
Actualmente es imposible predecir el lugar y día en que vaya a
suceder un terremoto. ¿Cómo puedes proteger a tus hijos durante este
fenómeno natural?
El evento siempre debe ser explicado con palabras que el niño pueda
asimilar. Como padres debemos reconocer cuáles son los elementos de
dicha catástrofe causantes del miedo.
La respuesta de los niños depende en gran medida de la reacción
percibida de sus padres. ¿Cómo queremos que nuestros pequeños estén
tranquilos si nosotros como padres les demostramos que estamos al borde
de un colapso nervioso? No está mal que admitamos que estamos
preocupados, pero también tenemos que enseñarles que tenemos la
capacidad para hacer frente a esta situación.
La Cruz Roja Americana dice en una publicación: "Los padres deben
reconocer que existen temores que provienen del niño (de su propia
imaginación o fantasía) y diferenciarlos de los temores que son
estimulados por eventos reales. Los niños no saben describir el
sentimiento de ansiedad. Aunque el temor sea intenso, son incapaces de
dar una explicación racional.
"Ellos son muy dependientes de los adultos por el amor, cuidado y
seguridad que reciben, temen mucho más el perder a sus padres o sentirse
que han sido abandonados. Aún los niños que generalmente son
competentes y sin miedos, pueden reaccionar con temor y ansiedad
considerable ante cualquier evento que atente contra su familia. Los
padres deben comprender que su intervención puede ayudar a reducir el
temor y prevenir que un problema más serio se desarrolle".
La edad es otro factor fundamental, mientras más pequeños son los
niños, más se asustan. Es probable que un niño de seis años llore, se
asuste y busque a sus padres, mientras que un adolescente puede
mostrarse indiferente ante este hecho.
Los padres se preguntan cómo abordar este tema con los hijos: ¿qué
tanto debo hablar acerca de los temblores? ¿Sólo le debo dar
sugerencias? ¿Debo profundizar o si lo hago lo asustaré?
Recomiendo que hablen con sus hijos al respecto, aunque creas que no
se enteraron de lo sucedido porque son pequeños, no es así, los niños
sienten y se dan cuenta de más de lo que te imaginas; por lo que debes
explicarles que México, en este caso, es un país de temblores y que hay
que aprender a reaccionar ante una situación así.
Después de explicada la situación, es conveniente que los dejemos
expresar sus temores, preguntarles qué sentimiento experimentan en ese
momento (miedo, enojo, tristeza, pánico), cuál es exactamente su temor,
despejarlo, tranquilizarlos y asegurarles compañía y cuidado permanente.
Ser sinceros con las respuestas, no mentir para intentar dejarlos tranquilos.
Más que dramatizar, interésate en contarle a los niños, en especial a los más grandes, qué deben hacer ante estas situaciones.
Esa plática con los hijos debe estar orientada a educar, hay que hablar acerca de cómo actuar, dialogar sobre la prevención.
Es muy importante enseñar a los niños cómo actuar ante una situación
así, darles las herramientas para que sepan cómo estar prevenidos.
Diversos estudios demuestran que si contamos con herramientas básicas
preventivas, el miedo suele disminuir y la situación de emergencia puede
ser llevada de una manera más eficaz. Y si se lo enseñamos a nuestros
hijos, si ellos saben lo mismo; esto les dará control.
La falta de preparación puede llevar a las personas a cometer ciertas
imprudencias que podrían costarles pérdidas materiales y humanas.
Es muy importante que en familia elaboren un plan de emergencias. Si
los niños están involucrados es más fácil que sepan cómo actuar y estar
más tranquilos.
1.- Encuentren juntos las rutas de evacuación y un punto de encuentro para todos los habitantes del hogar.
2.- Ubicar qué objetos podrían resultar peligrosos si se caen durante un temblor
3.- Encontrar los lugares más seguros de nuestra
casa, para saber dónde ubicarnos en caso de un terremoto. Intenta
practicar un simulacro por lo menos (esto ayudará a que toda la familia
conozca bien el plan de emergencias).
4.- Sobretodo en el caso de los pequeños, hay que
tratar de aleccionarlos antes de que ocurra un evento. Decirle cuál es
el mejor lugar para ubicarse en caso de un terremoto y explicarles que
siempre tendrán el apoyo de sus padres.
*Nota del Editor: Tatiana Arévalo Dupont es
licenciada en psicología y en educación preescolar. Puedes seguirla en
su cuenta de twitter @misspreescolar
(Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Tatiana Arévalo Dupont).