Las reuniones de alto nivel de la XVII
Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP17) comenzaron hoy con la
advertencia, "futuro de la Tierra está en juego, debemos actuar ya".
"Sin exageración, podemos decir que el futuro de nuestro planeta está en
juego", subrayó el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon,
en el Centro
Internacional de Conferencias de Durban, que acoge la COP17 del 28 de noviembre
al 9 de diciembre.
El secretario general hizo esa advertencia ante los delegados de los casi 200
países que asisten a la cumbre, en la que deberá decidirse, entre otros asuntos
claves, el futuro del Protocolo de Kioto, que expira a finales de 2012.
Ban instó a la docena de jefes de Estado o de Gobierno y a los 130 ministros
que protagonizarán la fase clave de la cumbre a aprobar un segundo periodo de
compromiso de Kioto, para evitar "un vacío" en la lucha contra el cambio
climático.
Según los científicos, las emisiones de
gases de efecto invernadero deben reducirse a la mitad antes de 2050 para evitar
un aumento de más de 2 grados en la temperatura mundial, lo que podría tener efectos
catastróficos.
Sin embargo, muchos dicen, que el objetivo final de lograr un
acuerdo global y vinculante sobre cambio climático está lejos de momento.
En Durban se deberán adoptar pasos concretos hacia un régimen
climático más sólido y mantener el impulso para la próxima cumbre (COP18), que
tendrá lugar en 2012 en Catar.
También el presidente de Sudáfrica y anfitrión de la cumbre, Jacob Zuma,
urgió a los delegados a "acordar la adopción de un segundo periodo de compromiso
del Protocolo de Kioto".
Los países desarrollados tienen la responsabilidad de liderar la
respuesta al desafío del cambio climático. Y también deben liderar el apoyo a
los países en desarrollo en sus acciones para reducir las emisiones.
Los negociadores apuran los días que le quedan a la cumbre para intentar
acordar una segunda fase que sirva de transición a un nuevo acuerdo
internacional legalmente vinculante.
Los países en desarrollo consideran crucial que las economías occidentales
ratifiquen ese segundo período, mientras Rusia, Japón y Canadá no quieren
renovar el tratado si sus competidores comerciales, China, India y EEUU no
asumen compromisos similares.
China dejó entrever ayer su disposición a aceptar un acuerdo legalmente
vinculante de reducción de sus emisiones contaminantes, aunque con una serie de
condiciones, pero Estados Unidos aseguró hoy no percibir nada nuevo en la
propuesta del gigante asiático.
"No tengo la impresión de que ha habido un cambio en la postura china
respecto a un acuerdo vinculante", señaló el enviado especial de EEUU, Todd
Stern, en una rueda de prensa tras mantener hoy una reunión con sus colegas
chinos que calificó de "bastante buena".
Los países emergentes del grupo BASIC (Brasil, Sudáfrica, India y China)
señalaron hoy que el mejor acuerdo "será el que incluya a todos las partes,
aunque no satisfaga a todos".
Con todo, no parece que un nuevo marco legal climático pueda fijarse a corto
plazo, máxime cuando China sostiene que no se acogería al acuerdo hasta después
de 2020, fecha de vencimiento de las acciones voluntarias de los países en
desarrollo recogidas en Kioto, y EEUU no desea pactos vinculantes antes de ese
año.
En ese sentido, la comisaria europea de Acción para el Clima, Connie
Hedegaard, subrayó hoy la urgencia de negociar un acuerdo global vinculante.
El año 2020 "será demasiado tarde", declaró a la prensa Hedegaard, en
referencia a las posturas de EEUU o de China.
En opinión de la comisaria, "no necesitamos más años para pensar...debemos
actuar".