2012 ULTIMAS NOTICIAS
MÉXICO, D.F., 14 de enero (apro).- Las inundaciones provocadas por los torrenciales aguaceros en Brasil han cobrado la vida de, por lo menos, 529 personas y más de 13 mil 500 damnificados tan sólo en la región serrana de Río de Janeiro, informaron autoridades locales.
Las mismas autoridades, según información difundida por la televisión brasileña, señalaron que las persistencias lluvias amenazan con complicar las labores de rescate de sobrevivientes.
Las escenas transmitidas por la televisión, muestran la estela de destrucción provocada por uno de los peores desastres naturales en la historia de Brasil: ríos de lodo arrastrando casas, automóviles y animales, mientras miles de damnificados contemplan azorados la desgracia.
Autoridades locales y estatales advirtieron que el número de víctimas fatales podría aumentar en las próximas horas o días, debido a que los socorristas siguen descubriendo más cuerpos enterrados debajo de casas y edificios derrumbados.
“El número de muertes va a aumentar bastante. Aún hay mucha gente enterrada”, dijo el teniente Rubens Placido, bombero de la ciudad de Nova Friburgo.
Tan sólo en Teresópolis se ha reportado la muerte de 223 personas, mientras que en Nova Friburgo, 246. En Petrólis el número de víctimas ascendió a 41 y en Sumidoro, a 19.
“La lluvia no paró de madrugada y sigue en la mañana, lo que está dificultando los esfuerzos de rescate”, agregó.
Las laderas de cerros y riberas de ríos en el área, a unos 100 kilómetros al norte de Río de Janeiro, colapsaron después de que en la noche del martes llovió en 24 horas el equivalente de lluvia de un mes.
Debido a que varios caminos se encuentran anegados, la maquinaria pesada para escarbar entre los escombros de lodo no han podido llegar a los lugares inundados, por lo cual, los socorristas han tenido que utilizar palas y cavar a mano entre el lodo para buscar sobrevivientes.
El estado de Río de Janeiro envió a la policía militar para mantener el orden en el área tras reportes de saqueos de comida en tiendas.
Esta es la primera gran crisis que enfrenta la presidenta Dilma Rousseff, a dos semanas de que asumiera el cargo en sustitución de Luiz Inacio Lula da Silva.
El gobierno brasileño informó que hasta el momento las lluvias y las inundaciones no han afectado las principales cosechas de Brasil, como la soya, la caña de azúcar, las naranjas y el café.
La presidenta Rousseff destinó 460 millones de dólares en ayuda de emergencia para le región. Luego, afirmó que la construcción de viviendas en áreas de alto riesgo es "la regla en Brasil en vez de ser la excepción", y agregó que la falta de una política de vivienda adecuada contribuyó al problema.
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