La angustia y la destrucción priman este viernes en la provincia de Chinandega, noroeste de Nicaragua, sacudida por un terremoto de 6,3 grados que no dejó víctimas mortales pero sí derrumbó viviendas.
El terremoto, que sacudió casi todo el país, ocurrió a 17 km al este de Puerto Morazán, una zona poco poblada del departamento de Chinandega.
“Se movía todo y retumbaba, nosotros alcanzamos a salir al patio” , agrega la mujer, quien vive con 20 familiares en su casa de Tonalá, donde sus más de 5.000 habitantes pasaron la noche en las calles, atemorizados por las constantes réplicas.
“La gente cocina en los patios porque les da miedo estar dentro de las casas” , relató la mujer. El movimiento impactó también a Honduras, donde los bomberos reportaron varias viviendas dañadas en la zona fronteriza con Nicaragua, y muchas personas pasaron la noche a la intemperie por temor a réplicas.
La portavoz del gobierno nicaragüense y primera dama, Rosario Murillo, dijo a medios locales que “ hay gente con crisis nerviosas y golpeadas” , pero no dio a conocer una evaluación de los daños.
Según la maestra Anabel Rivera, la mayoría de las 86 viviendas del barrio Germán Pomares de Tonalá tenía paredes fracturadas o derrumbadas. A consecuencia del violento sismo ocurrieron pequeños derrumbes de tierra y cortes de energía eléctrica, que en la mayoría de los casos ya fue restablecida, según informes preliminares.
Hacia el anochecer, muchas familias construían a toda prisa chozas provisionales de plástico en el patio para pasar la noche, a pesar que el cielo gris amenaza con lluvias.
más de 1.000 réplicas que se han producido después del terremoto.
Un sismo potencialmente destructivo
El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) estima que la magnitud final del sismo fue de 6,3 grados en la escala de Richter y la profundidad de 4 km.
“Este terremoto tuvo una magnitud muy similar a la del terremoto de 1972 que destruyó Managua” , aseguró en rueda de prensa el geólogo de Ineter, Wilfried Strauss.
El movimiento fue provocado por fallas locales que atraviesan la cadena volcánica nicaragüense. Según Strauss, el epicentro se ubicó cerca del volcán San Cristóbal, el pico más alto de la cadena volcánica de Nicaragua, una zona que se caracteriza por enjambres de sismicidad.
“Hay una remota posibilidad que esta actividad tenga que ver algo con el volcán San Cristóbal” que se encuentra activo, “ puede ser que el movimiento de magma en el volcán haya influenciado en las fallas” , aventuró el experto. Strauss dijo que este movimiento, considerado uno de los mayores que ha tenido Nicaragua en su historia, no causó mayores daños porque su epicentro estuvo en “un lugar poco habitado” .
“Las ciudades más cercanas como Puerto Morazán y Tonalá están a más de 15 km del epicentro y eso incide en que no hubiera mayores daños” , explicó.
Un equipo de expertos de Ineter se encuentra en Chinandega investigando la situación, mientras que los cuerpos de socorro y brigadas médicas del gobierno visitaban la zona y preparaban planes de evacuación en caso de que se produzcan réplicas mayores.