El desastre de la planta nuclear de Fukushima en Japón mantiene en una alerta máxima el mantenimiento de seis reactores afectados con peligro de contaminación radiactiva tras el terremoto y tsinami del 11 de marzo de 2011.
Este lunes, la Autoridad Nacional de Energía Nuclear aprobó una medida de emergencia que permitirá a la compañía congelar el suelo para evitar fugas del agua contaminada.
El sistema consiste en una tubería subterránea en la cual correría un líquido refrigerante que dejaría el suelo a temperatura bajo cero.
El temor es que el peso del hielo desestabilice el terreno en torno a la infraestructura, informó Rai. Si éste sede, podría dañar más aún las paredes de los reactores.
La única experiencia que hay de muros de hielo es a una escala menor, al excavar túneles cerca de los cursos de ríos, agrega el reporte.
El 21 de mayo la Tokyo Electric Power (TEPCO), empresa a cargo de la Central Fukushima Daiichi, anunció que se comenzó a desviar el agua subterránea limpia que fluye alrededor de la planta y resaltó que esto está “marcando un hito importante en la resolución de los problemas de gestión del agua”, según un comunicado. La idea pretende enviar agua lejos de la central nuclear.
TEPCO añadió que el método es interceptar las aguas subterráneas limpias a medida que fluyen cuesta abajo hacia el mar y redirigirlas de forma segura hacia los alrededores.