La nueva y potente erupción del volcán Etna en Sicilia ocurrió el sábado por la noche, informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV).
El último despertar de la actividad del Etna se inició a las 8:25, hora GMT, del sábado 14 de diciembre con una fuerte explosión (Foto) registrada en la parte nord oriental, “interrumpiendo bruscamente el período de quietud eruptiva de más de 11 días”, informó el Instituto Nacional Geológico y Volcanológico (INGV).
“Sucesivamente ocurrieron frecuentes emisiones de cenizas desde la misma boca eruptiva (Foto), pasando luego a una vivaz actividad estromboliana (Foto). Esta actividad fue acompañada de un aumento del tremor volcánico”.
INGV informó posteriormente que la actividad estromboliana se intensificó.
“En las últimas horas, continuó la actividad estromboliana en el nuevo cráter del Sudeste, mostrando una gradual intensificación. Una pequeña cola de lava está deslizándose por el lado sudoriental del cráter (Foto) y alcanzó una largo de cerca un kilómetro”, informó INGV a las 2:00 GMT.
El geólogo Sergio Almazán destacó en las redes sociales que se trata del volcán más activo de Europa, y que cumple la 20ava erupción en el último período de actividad.
La Protección Civil italiana emitió una alerta pasadas las 8 de la mañana del 15 de diciembre, destacando que la actividad iniciada esta mañana a las 3:15 con una fuente de lava (Foto), se atenuó gradualmente pero a las 6:00 comenzó una actividad estromboliana discontinua, acompañada de gran cantidad de cenizas hacia la atmósfera, la cual se dispersa hacia el Sudeste.
Por esta causa “se cerraron los sectores 1 y 2 del espacio aéreo en torno al Aeropuerto Internacional Fontanarossa de Catania. La escala en todo caso queda plenamente operativa”. La Sala de Operación Regional de Sicilia no señala otras afecciones por la caída de cenizas”, informó Protección Civil.
La alerta que comunicó la autoridad italiana es elevada en la parte alta del volcán y alerta ordinaria en las vertientes, pie de montaña y sector urbano.
El Etna registró otra intensa actividad volcánica el 2 y 3 de diciembre, que luego se tranquilizó al día siguiente.
A su vez el 23 de noviembre, seis días después de formarse el nuevo cráter del Sudeste registró el 17avo evento paroxístico y fue el más poderoso. Con precedencia, el 22 de noviembre el volcán mostró signos de inquietud.
La alta actividad volcánica del 23 de noviembre originó la caída de fragmentos prioclásticos que causaron la rotura de vidrios de numerosos automóviles, y en uno de los refugios, el Citelli, destruyó un panel solar.
La caída de piroclástos afectó principalmente a Piedimonte Etneo, Fiumefreddo, Giardini-Naxos y Taormina”, informó INGV.