La cifra de muertos por las devastadoras tormentas que han azotado México subió el martes a 130, tras encontrarse varios cadáveres sepultados por un deslave que ocurrió en una remota comunidad en las montañas del sureño estado de Guerrero, el más golpeado por las precipitaciones, dijeron autoridades.
En La Pintada, en el municipio de Atoyac de Alvarez, unos 100 kilómetros al noroeste del popular centro turístico de Acapulco, donde toneladas de tierra cayeron sobre unas 40 viviendas, rescatistas extrajeron los cuerpos de siete víctimas. El lunes habían sido recuperados los primeros cinco cadáveres.
Antes de que comenzaran las labores de rescate, los pobladores reportaron a 68 personas desaparecidas en esa localidad.
"Lamentablemente tengo que informar que se ha acreditado ya el fallecimiento de algunas personas más. Hemos llegado a 130 (...) algunos de los que se habían marcado como desaparecidos en La Pintada", dijo el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, en una entrevista radiofónica.
Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto anunció la creación de un comité de evaluación de daños en el que participarán miembros de su gabinete y los gobernadores de los estados afectados, con el objeto de echar a andar un programa de reconstrucción nacional.
El mandatario había dicho el domingo que el presupuesto nacional del 2014 que se discute en el Congreso deberá ajustarse para dirigir más fondos a trabajos de reconstrucción, tras las devastadoras lluvias en el país.
Las tareas de rescate continúan en varios estados del país a raíz de dos tormentas destructivas que inundaron vastas áreas. La costa del Golfo de México fue azotada por la tormenta tropical Ingrid, que llegó a tener fuerza de huracán, mientras que la tormenta Manuel hizo lo mismo en la costa del Pacífico.