La ciudad de Bushehr, en Irán, y zonas aledañas registraron más de 80 réplicas tras el terremoto de 6,3 grados del martes que dejó al menos 37 muertos y más de 850 heridos.
Doce pequeñas aldeas resultaron destruidas por el terremoto de 6,3 grados Richter, pero las autoridades aseguraron que la planta nuclear ubicada en la zona no resultó afectada.
La Media Luna Roja iraní aseguró que las tareas de búsqueda y rescate de sobrevivientes finalizaron y que las familias afectadas estaban siendo reubicadas.
El terremoto se produjo a cerca de 100 kilómetros de la central nuclear de Busher, la única de Irán y que está en la fase de pruebas, donde se sintió el sísmo, aunque la corporación rusa AtomStroyExport, que dirige su construcción, señaló que la situación era normal y proseguían los trabajos.
Según la agencia local iraní Fars, el movimiento telúrico se pudo sentir moderadamente incluso a 500 kilómetros del epicentro en algunos países árabes ribereños del golfo Pérsico, como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Baréin.
Además de los equipos de búsqueda y rescate y los medios logísticos y de evacuación, la Media Luna Roja iraní ha repartido ya en el área tiendas de campaña, mantas y comida entre los damnificados de la propia provincia y de las limítrofes.
En principio, se calcula que unas 10 mil personas han perdido sus hogares o huyeron anoche de sus casas por temor a nuevas réplicas en las zonas más afectadas y han pasado la noche en la calle, según la agencia sindical iraní, ILNA.
Docenas de réplicas, algunas de ellas por encima de los 5,2 grados Richter, se han sentido en la zona.
También se trabaja en la reparación de los servicios de agua, electricidad y telefonía por cable, que quedaron interrumpidos al romperse las tuberías y líneas, aunque funcionan los teléfonos móviles.