La cumbre sobre el cámbio climático finalizó con promesas para el 2020. 
El domingo finalizó la XVII Cumbre del Clima en Durban,
 Sudáfrica. En el evento, que se extendió por dos jornadas más de lo 
previsto, los representantes de 194 países acordaron desarrollar un 
tratado vinculante en el que todas las naciones se comprometan a reducir
 emisiones contaminantes. 
 De acuerdo a lo manifestado en la Cumbre, este documento deberá estar listo en 2015 para entrar en vigor en 2020.
La COP17 finalizó con promesas y
 voluntades que por el momento no están bien definidas. Al igual que 
como ocurrió en la COP15 y la COP16,
 el evento resultó un avance para las discusiones pero aún no queda 
claro cómo y cuándo se concretará un acuerdo que efectivamente obligue a
 reducir emisiones.
Los cuatro puntos centrales que se establecieron en Durban son: 
* Negociar un tratado vinculante para 2015 y que entre en vigencia en 
2020. Deberán participar de él tanto los países desarrollados como 
aquellos en desarrollo. 
* Trabajar de manera voluntaria e inmediata para recortar emisiones. 
Al igual que como se estableció en las cumbres de 2009 y 2010, esto se 
hará a través de iniciativas nacionales que tengan como objetivo 
recortar gases en los próximos años.
* Ratificar un segundo período del Protocolo de Kioto,
 documento vinculante que vencerá en 2012. Si bien se acordó que el 
mismo se extenderá a una nueva fase, existen posibilidades de que solo 
sea ratificado por la Unión Europea (Canadá, Japón y Rusia ya 
manifestaron que no aceptarán un segundo período).
* Presentar oficialmente Fondo Verde Climático. Durante la Cumbre se 
reafirmó la creación de este sistema de financiación, en el que se 
destinarán unos 100 mil millones de dólares para planes de adaptación y 
mitigación de gases contaminantes en países en desarrollo. Este fondo 
entrará en vigencia en 2020.
Por el momento solo se hará efectivo el recorte de emisiones si los 
países se comprometen de manera voluntaria a trabajar en ello. Sin 
embargo, esto no resulta suficiente para evitar el aumento de la 
temperatura tal y como lo advierten los expertos. 
En este sentido, resulta fundamental llegar a un acuerdo vinculante a
 partir del cual todas las naciones estén obligadas a luchar contra el 
cambio climático. Si bien resulta un avance ratificar la necesidad de 
este acuerdo, por el momento solo hay una sumatoria de voluntades que 
hablan de un compromiso efectivo recién para 2020. Este proceso 
internacional, entonces, se vuelve lento y no está en sintonía con las 
necesidades actuales, donde el cambio climático demanda soluciones 
urgentes. 
A un año de celebrarse la COP18 en Qatar, y mientras se espera la conferencia Río+20
 en junio de 2012, por el momento la adopción de medidas concretas 
quedará en manos de cada una de las naciones, que deberán trabajar en lo
 inmediato con políticas locales para reducir sus emisiones.