"Las eyecciones no siempre viajan en linea recta, pero una vez dirigidas hacia la tierra, se aceleran para impactar con más fuerza"
La posibilidad de que una gran tormenta solar cause gravísimos daños en nuestros sistemas eléctricos y de comunicaciones, algo que la propia NASA ha advertido que podría ocurrir en 2012, ha convertido el estudio del Sol en una necesidad cada vez más urgente.
Los científicos están empeñados en conocer cómo funcionan estas tormentas geomagnéticas. Hace tan sólo unos días, investigadores británicos anunciaban el desarrollo de un nuevo método rápido y eficaz para prevenir los grandes movimientos del Sol algo así como un parte meteorológico de catástrofes solares con seis horas de antelación.
Ahora un grupo irlandés de científicos, ha analizado cómo se produce el viaje de una tormenta solar hasta que impacta en la Tierra. Y ha descubierto algunas sorpresas.
Según uno de los autores del estudio, Peter Gallagher, del Trinity College en Dublín, las tormentas solares no siempre viajan en línea recta. Las eyecciones de masa de la corona solar pueden comenzar avanzando hacia una dirección y luego girar en otra diferente. «Esto realmente nos sorprendió», confiesa el investigador.
El resultado les pareció tan extraño que al principio pensaron, sencillamente, que habían hecho algo mal. Después de revisar su trabajo varias veces y comprobar decenas de erupciones, los científicos confirmaron que estaban en lo cierto.
Eso sí, una vez que se dirige hacia la Tierra, la tormenta solar puede acelerar rápidamente. Ese acelerón les proporciona la fuerza para golpear más duramente el campo magnético de nuestro planeta.
Como un juego de billar
Gallagher y su equipo llegaron a estas conclusiones tras analizar los datos de las naves gemelas de la NASA llamadas STEREO, y las publicaron en la revista Nature. «Nuestras imágenes en 3D muestran con claridad que las tormentas solares pueden desviarse de altas latitudes solares y terminar golpeando planetas que de otra forma habrían evitado», como si tratara de un juego de billar, según explica otro de los investigadores, Jason Byrne.
Los científicos utilizaron un proceso de imagen de múltiples escalas que es útil tanto en astronomía como en medicina, donde se emplea para el estudio de las células. La capacidad para reconstruir la trayectoria de una tormenta solar a través del espacio podría ser de gran beneficio para aquellos que intentan pronosticar el tiempo espacial. «Saber cuándo una eyección de masa coronal llegará es crucial para predecir la aparición de las tormentas geomagnéticas», explican.
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