El jefe de ayuda de emergencia de la Organización de las Naciones Unida (ONU), Martin Griffiths, lamentó que se espera que el número de muertos tras los devastadores terremotos ocurridos esta semana en el sureste de Turquía y el norte de Siria se duplicará o más.
Las estimaciones llegan cerca de una semana después de que dos terremotos de magnitud 7.8 y 7.5 se produjeran y trajeran consigo el derribo de edificios y la destrucción de miles de estructuras en ambos países.
Se estima que alrededor de 13.5 millones de personas viven en el área más devastada, que aproximadamente tiene 500 kilómetros de diámetro. Hasta este domingo, el número de muertos registrado ha sido de 33,185 personas.
Durante la jornada del domingo seguía la operación masiva de búsqueda y rescate, con 34,717 efectivos turcos, así como 9,595 efectivos de otros 74 países.
Los primeros rescatistas en responder al terremoto usaban cámaras térmicas para buscar a los sobrevivientes debajo de montones de concreto.
Entretanto, los funcionario turcos comenzaron a señalar la construcción defectuosa y los códigos de construcción laxos para el alcance del desastre.
Al menos 131 personas son objeto de investigación por su papel en la construcción de edificios que se derrumbaron en el terremoto, de acuerdo con el ministro de Justicia, Bekir Bozdag.
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