Un fuerte terremoto de magnitud 7.4 golpeó el Océano Pacífico, en la región que divide a Alaska y Rusia. De acuerdo con el Servicio Geológico de EEUU, el terremoto se produjo a sólo 10 kilómetros de profundidad y podría generar una alerta de tsunami, aunque no había notificación inmediata.
El temblor ocurrió en una zona bajo el mar de Bering, principal frontera entre Rusia y EEUU. Originalmente, fue detectado con una magnitud de 7.7 y 48 kilómetros de profundidad.
La ciudad rusa más cercana a ser habitada en el área es Nikolskoye, una pequeña comunidad rural.
La región americana más cercana son las islas Attu, al este. Más temprano, un terremoto de 6.2 grados se registró en la misma región.
El sismo fue casi sobre una placa tectónica que divide el Pacífico, área geológicamente activa y muy sujeta a fuertes terremotos.
Registrado el terremoto de magnitud 7,4 frente a la península de Kamchatka (Rusia) se determinó riesgo de tsunami.
El Centro de Prevención de Tsunamis del Pacífico (PTWC) ha afirmado que "según los parámetros preliminares, es posible que haya un tsunami cuyas olas afecten a costas situadas en un radio de 300 kilómetros".