Los equipos de rescate han localizado a once personas, entre ellas dos niños, con vida en el hotel italiano que fue sepultado ayer por un alud de nieve, según ha confirmado Luca Cari, portavoz de los bomberos.
Las dos primeras en ser rescatadas han sido una madre y su hijo. Ambos han sido trasladados en helicóptero al hospital de Pescara, el más cercano.
"Apenas nos han visto estaban muy felices y no han conseguido hablar", ha contado el vicebrigadier de rescate alpino de la Guardia de Finanzas, Marco Bini. "Los hemos encontrado en el vano de la cocina y luego hemos salvado a las demás personas", ha añadido, según el diario. "Ha sido precioso, no creían lo que veían sus ojos y nos abrazaban", ha añadido, advirtiendo de que los equipos de rescate no pueden seguir avanzando ya que "hay riesgo de que partes de la estructura puedan derrumbarse".
Además, el hecho de que haya dejado de nevar y estén subiendo las temperaturas "aumenta el riesgo de nuevas avalanchas, un riesgo especialmente elevado en la zona detrás del hotel que es muy peligrosa", ha precisado Bini.
Las posibilidades de encontrar supervivientes en el hotel, 43 horas después de la avalancha, se reducían cada hora, mientras decenas de socorristas continúan trabajando sin descanso.
Se estima que aún 20 personas (entre clientes y empleados) continúan atrapadas en el hotel Rigopiano, un edificio de cuatro plantas pegado a las faldas de la montaña.
Desde el jueves por la mañana se habían extraído tres cadáveres en el lugar de la tragedia, en Farindola, los Abruzos. También habían sido hallados dos supervivientes, que habían salido del hotel poco antes del alud. Dos helicópteros sobrevuelan la zona para trasladar lo más rápido posible a los supervivientes a Pescara, la principal ciudad de la región.
Los equipos de emergencia continúan retirando montañas de nieve, ramas y rocas bajo las que ha quedado sepultado este establecimiento de cuatro estrellas situado cerca de los Apeninos.
Según los medios italianos, se trata de entender por qué numerosos clientes del hotel que querían volver a casa el miércoles tras una serie de terremotos ese mismo día tuvieron que esperar en vano que viniera un quitanieves para desbloquear la carretera. Al estar la carretera bloqueada con más de un metro de nieve, los primeros socorristas llegaron esquiando durante la noche.