La fuerte tormenta que afectó a Sidney, Australia, el domingo ha dejado tres muertos y un rastro de destrucción a su paso, mientras los servicios de emergencia aún evalúan los daños.
La fuerte tempestad ha dejado de considerables daños en la región de Nueva Gales del Sur por lo que los trabajos de reconstrucción y limpieza han iniciado.
Casas y edificios construidos sobre la playa han sido destrozados por las olas y las advertencias de inundaciones en grandes zonas continúan.
La lluvia torrencial y los fuertes vientos se han desplazado hacia el sur y las condiciones de riesgo han disminuido.
Una familia contó en un video cómo la tormenta se llevó por completo todo su jardín que daba al mar, arrancando una alberca entera y llevándosela al mar; además, perdieron los restos de un familiar que había sido enterrado en el patio tiempo atrás.
De acuerdo a Daily Mail, los servicios de emergencia recibieron más de cinco mil llamadas y atendieron afectaciones en 30 mil viviendas en la ciudad; en la costa central se quedaron sin energía eléctrica debido a los árboles caídos y cables eléctricos.
Más de mil personas fueron evacuadas en total, después de una marea alta de siete metros que inundó el estado.
El transporte público es un caos, pues el tren y el ferry fueron suspendidos, dejando a hordas de pasajeros en la hora pico haciendo cola para los autobuses de emergencia en la estación de Bondi Junction y Martin Place.
Las autoridades solicitaron el apoyo de nueve mil voluntarios, y realizaron 270 rescates en zonas inundadas.