Más de 10 mil personas permanecen evacuadas en las provincias argentinas de Entre Ríos, Formosa, Chaco y Santa Fe por las crecidas de los ríos Uruguay, Paraná y Paraguay a causa de las lluvias de los últimos días, mientras que en este último país hay unos 72.500 evacuados en refugios y centros de asistencia, informaron fuentes de Defensa Civil, Secretarías de Emergencia, ministerios y funcionarios locales.
En Chaco hay más de 1.000 familias evacuadas por el desborde del Paraná y el Paraguay, mientras que 2.500 habitantes de la Isla del Cerrito permanecían aislados. Una cantidad similar de habitantes costeros dejaron sus casas en las localidades de Puerto Vilelas, Barranqueras, Colonia Benítez y Colonia Tacuarí.
En Entre Ríos cerca de 1.500 personas fueron evacuadas de sus hogares por la crecida del Uruguay, que marcaba una altura de 13,26 metros, por encima de los 12,50 metros del nivel de alerta.
La ciudad de Concordia era la más afectada, donde 250 familias debieron dejar sus hogares, mientras que en Concepción del Uruguay había 25 familias evacuadas de los barrios Cantera 25 e Itapé.
En ese puerto el río tenía una profundidad de 6,73 metros, 43 centímetros por encima de la marca que dispara la etapa de evacuación, y en la ribera occidental de la provincia el Paraná continuaba creciendo pero sin generar damnificados.
En la ciudad de La Paz, con seis metros de profundidad, las aguas se situaron hoy 15 centímetros por debajo de la etapa de evacuación, mientras que en Paraná el río superaba en 16 centímetros la etapa de alerta y se acercaba a la de evacuación, fijada a partir de los cinco metros.
En Formosa, en tanto, el Ministerio de Salud provincial continuaba asistiendo a las más de 600 familias evacuadas en Clorinda, donde la altura del río en Puerto Pilcomayo era de 8,30 metros con tendencia ascendente, según mediciones realizadas por Prefectura Naval Argentina.
Asimismo, en Santa Fe el río Paraná superaba hoy en más de 30 centímetros el nivel de evacuación en el puerto de la ciudad de Reconquista y comenzaba a anegar la zona de muelles, por lo que se trabajaba en la elevación de defensas para evitar el traslado de alrededor de 800 familias que residen allí.
Río Paraguay
Las inundaciones provocadas por las crecidas del río Paraguay a su paso por Asunción han obligado a evacuar hasta ahora a 72.500 personas, que en su mayoría están instaladas en los espacios habilitados como refugios, informó este martes una fuente gubernamental.
De esos evacuados, unos 66.000 están viviendo en un centenar de espacios proporcionados por el Gobierno a lo largo de la ciudad, mientras que el resto se aloja en casas de sus familias, dijo David Avendaño, de la sección operativa de la Secretaria de Emergencia Nacional (SEN).
La SEN contribuye con el reparto de laminas de madera de contrachapado y de cinc para que luego los afectados levanten las casetas de madera que llenan esos espacios, algunos de los cuales están ubicados en cuarteles militares y otros en pleno centro de la ciudad, incluido el casco histórico.
Además, según la fuente, la SEN organiza ollas populares para los damnificados.
La evacuación hace unos díez días tras la subida del río, que hoy se situó en 7,61 metros de altura, por encima de las peores previsiones de la SEN, que eran de 7,50 metros para Navidad.
La pasada semana el presidente paraguayo, Horacio Cartes, decretó el estado de emergencia en Asunción y en siete departamentos afectados.
Advierten posible catástrofe ambiental en el Paraná
La crecida del río Paraguay y las intensas lluvias amenazan con una catástrofe ambiental que podría afectar a toda la región, alcanzando las aguas del río Paraná y las del Río de la Plata según denuncian ambientalistas.
Ellos sostienen que las aguas del río Paraguay están a pocos metros de alcanzar el predio donde se encuentra el vertedero municipal de Cateura, que contiene un líquido altamente tóxico.
El vertedero es el sitio principal en que se depositan los desechos de la ciudad de Asunción. Lleva en funcionamiento casi tres décadas y según las autoridades paraguayas se encuentra en el final de su vida útil, por lo que se analizan nuevos proyectos para la basura.
El predio cuenta con una enorme pileta que contiene unos 100 millones de litros de lixiviados, nombre que se le da al líquido que producen los desechos, el cual es altamente tóxico y cancerígeno.
Según revelan entidades ecologistas, está a pocos metros de ser alcanzado por las aguas del río Paraguay, generando un desastre de magnitudes incalculables no sólo en dicho cauce sino también en las aguas del Paraná y del Río de la Plata.
El pronóstico no es favorable, ya que se esperan más lluvias en los próximos días, generándose un peligro inminente, según publicó el diario Perfil. En esa nota, la ambientalista Verónica Bustos detalló qué pasaría en caso de que el río provoque el desborde de la gigantesca pileta: las aguas se cubrirían de negro matando toda fauna íctica y otros productos pesqueros, la biodiversidad completa (fauna y flora acuática), además de dejar inservible el agua para preparar alimentos y lavar ropas, contó en diálogo con medios paraguayos. Además aclaró que esto tendría graves consecuencias en la región, principalmente en Argentina.