INUNDACIONES HISTORICAS EN MISSOURI

El gobernador de Missouri, Jay Nixon, declaró un estado de emergencia y llamó a la Guardia Nacional para que ayude con lo que describió como “históricas y peligrosas” inundaciones.

INUNDACIONES HISTORICAS EN MISSOURI
Las inundaciones han provocado hasta ahora la muerte de al menos 13 personas y devastado cientos de casas en el estado de Missouri luego de recibir una cantidad récord de lluvia en los días recientes.

Las aguas crecientes han obligado al cierre de partes de dos autopistas interestatales y secciones de otras carreteras en casi 500 lugares a lo largo del estado. Nixon urgió a los conductores a evitar las carreteras inundadas.

“La mayor parte de las muertes que hemos registrado –y no puedo subrayar esto lo suficiente—es de gente que ha conducido sus autos cerca del agua especialmente durante la noche”, dijo en una conferencia de prensa.

Missouri ha sido golpeado por varios días de fuertes lluvias provenientes de un sistema de tormentas que también provocó tornados en otras partes del medioeste y el sur.

Las lluvias ya han pasado, pero las autoridades advierten que las aguas continuarán creciendo.

Los meteorólogos esperan que el río Mississippi alcance una cresta de 15,1 metros, lo cual igualaría los niveles de la llamada “Gran inundación” de 1993.

Al menos 19 represas federales en el área de San Luis corren riesgo de ser sobrepasadas por las aguas.

El martes por la mañana, el río Mississippi había comenzado a rebasar los diques al norte de West Alton, Missouri, en el condado St. Charles, informó la agencia de emergencias del estado.

Las autoridades estaban ordenando a los residentes de West Alton que abandonen de inmediato sus viviendas.

Una advertencia de inundación repentina fue emitida por el Servicio Meteorológico Nacional. El aviso decía que el agua podría inundar la mayor parte del área de West Alton y alrededores.

A lo largo del río Mississippi, uno de varios ríos cuyas aguas están creciendo rápidamente en la región, equipos de trabajadores laboraban sin descanso para preparar sacos de arena y revisar diques a fin de asegurarse que están listos para aminorar lo más posible los efectos de la inundación.