Una gigantesca e impresionante mancha solar 11 veces más grande que la Tierra, del tamaño del planeta Júpiter (unos 140.000 km de diámetro), despertó el pasado domingo enviando al espacio una descomunal llamarada clase X 1.1, una de las más poderosas, y los expertos en clima espacial creen que puede volver a repetirse, esta vez dirigida hacia nuestro planeta.
En los últimos días, el Sol ha presentado grupos importantes de manchas, que incluso se pueden ver a simple vista con filtros especiales solares (Nunca mire al Sol directamente sin la protección adecuada).
Las manchas solares son regiones más frías de la superficie solar, “tapones” que impiden que fluya hacia la superficie el plasma solar, además de ser poderosos campos magnéticos. Las erupciones solares se clasifican como A, B, C, M o X, ello dependerá de la intensidad de los rayos X. Una erupción “B” es 10 veces más potente que una “A”, mientras que una “C” es 10 veces más potente que una “B” y así sucesivamente. Cada letra se subclasificadel 1 al 9, dependiendo de la potencia. La última erupción solar fue clasificada como X 1.1.
Las llamaradas solares clase X pueden llegar más allá de X 9, como es el caso de las X20 (como la del 16 de agosto de 1989 o la del 2 de abril de 2001). La más potente de todas ellas ocurrió en 1859, aunque no se pudiera medir, quedaron restos de evidencia de ello en los hielos de Groenlandia. Fue denominado Evento Carrington, una tormenta solar que afectó al campo magnético y a nuestra atmósfera y a las incipientes telecomunicaciones de la época, en este caso el telégrafo. Auroras boreales y australes se pudieron ver prácticamente desde todo el planeta. Algunos científicos piensan que ésta llamarada solar pudo alcanzar la sorprendente intensidad X40.
Aunque la llamarada solar X1.1 de hace tres días no puede ser comparada con el Evento Carrington, ha sido de una potencia poco frecuente. Además, se puede volver a producir, ya que el grupo de manchas solares está llegando a su apogeo, de tal forma que sigue desarrollando una gran actividad.
Cuando este grupo de manchas, once veces mayor que la Tierra, eyectó parte de la masa solar, aún estaba muy escorado, es decir, cerca del limbo solar, pero a medida que pasan los días, el grupo comienza a mirar hacia nuestro planeta por la propia rotación del Sol.
Las tormentas solares son un gran riesgo para la Tierra, esencialmente para las telecomunicaciones. Una tormenta solar, como la que ocurrió con el Evento Carrington, apagaría las telecomunicaciones en nuestro planeta, de tal forma que muchos lugares del mundo se quedarían sin luz, sin coberturas de teléfono y sin Internet.
En la actualidad, el campo magnético terrestre se está reduciendo 10 veces más rápido de lo normal, por lo que los científicos predicen que se está llevando a cabo una fase de inversión de la polaridad, aunque ello puede tardar mucho tiempo. Un cambio de polaridad dura unos 100 años.
Ya se han producido 5 llamaradas solares clase M (moderada) desde ésta región, la última alcanzó la intensidad M8.7.
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