Los efectos del cambio climático, lejos de ser una amenaza distante, se notan ya en cada rincón de Estados Unidos, condenado a un "futuro recalentado" por temperaturas que seguirán subiendo en las próximas décadas, según un informe científico divulgado hoy por la Casa Blanca.
Un aumento de las temperaturas de casi 1,1ºC en el último siglo ha provocado que las olas de calor sean cada vez más comunes, que los incendios sean más graves, que aumenten las lluvias torrenciales y que el agua escasee en las regiones más secas del país, según el documento de la Presidencia de EEUU."El cambio climático, que una vez se consideró un problema para un futuro distante, se ha instalado firmemente en el presente", dice el informe, elaborado durante cuatro años por científicos de todo el país, supervisado por el Gobierno del presidente Barack Obama y titulado Evaluación Nacional del Clima.
El documento prevé un aumento de temperatura de entre 1,1 y 2,2ºC en las próximas décadas debido a "los gases de efecto invernadero que ya están en la atmósfera" y a sus efectos en el clima.
Hacia el final del siglo XXI, las temperaturas podrían ser de hasta 2,75º C más si el país aplica planes estrictos para reducir las emisiones de dióxido de carbono, o de hasta 5,5 grados si las emisiones continúan aumentando rápidamente.
Los efectos, según las regiones
En función de la región en que vivan, los estadounidenses pueden esperar un mayor aumento del nivel del mar, inundaciones, más precipitaciones y olas de calor en el noroeste; huracanes y una creciente escasez de agua en el sureste y el Caribe; y cada vez más sequías e incendios en el sureste, según la evaluación.
"Este informe es la llamada a despertar más clara y contundente hasta la fecha, porque señala la necesidad de tomar acciones urgentes para combatir las amenazas del cambio climático para los estadounidenses", dijo el asesor de Obama para Ciencia y Tecnología, John Holdren, en una rueda de prensa telefónica con periodistas.
Obama, que hizo de la lucha contra el cambio climático una de las prioridades de su segundo mandato, confía en que el informe sirva para impulsar su intento de aprobar nuevas regulaciones para limitar los gases de efecto invernadero, algo que ya ha suscitado la oposición de los republicanos en el Congreso.